El frío se ha apoderó de la noche del pasado jueves en la Ciudad de México, las nubes ocupan el cielo y el aire helado provoca que todos salgan bien tapados. En medio de ese ambiente, en el centro del ex DF, Café Tacvba ofreció un show íntimo y secreto sólo para sus más selectos fans.
Una reunión organizada por YouTube fue el pretexto, y la Universidad del Claustro de Sor Juana el escenario en donde, se llevaría esta exclusiva fiesta. Un pequeño patio donde la gente comenzó a amontonarse, aunque en realidad desde cualquier ángulo se tenía una buena vista, mientras los meseros repartían cervezas y bocadillos al por mayor.
A diferencia de los conciertos que regularmente da la banda, éste sería de apenas una hora de duración, por lo que desde el principio se fueron duro y a la cabeza con los éxitos. Vestidos con unos brillantes trajes, arrancaron con “El baile y el salón”, “Cómo te extraño mi amor” y “Las flores”, donde además de la música, los protagonistas del show eran los celulares que se erigían de las manos de los asistentes, que como buenas “personas de internet”, grababan todo lo sucedido.
Rubén tuvo que pedirles que dejaran a un lado sus celulares para disfrutar la experiencia, no que lo vivieran a través de una pantalla, aunque muy pocos, o casi nadie hizo caso a su invitación. Después siguieron con “Olita del altamar”, “Chilanga banda” y se dieron tiempo de tocar su nueva canción “Un par de lugares”, la cual es parte del nuevo material que está preparando la banda de Satélite.
Los Tacvbos tuvieron varios cambios de vestuario, mientras la gente seguía eufórica, cantando las letras de las canciones de memoria, éxito tras éxito que sólo eran un recordatorio del maravilloso legado que ha dejado la banda en el público. “Déjate Caer” con coreografía incluida que hizo a todos gritar de la emoción, seguido de los brincos en “El Fin de la infancia”, “La ingrata” y “La chica banda”, para dar el cierre con “El puñal y el corazón” y una emotiva interpretación de “Eres” a cargo de Meme y su guitarra, despidiéndose de todos cantando al unísono, un momento que nos puso la piel chinita. Café Tacvba demostró que sólo le basta una hora, para llevarnos por una montaña rusa de emociones, de la euforia a la emotividad.
Texto y fotos: Abraham Huitrón /@abrahamhuitronv