Esta semana Debbie Harry cumplió 69 años de edad.

Cuando Blondie lanzó su homónimo debut en 1976 la carismática cantante ya tenía 31 años. Por así decirlo, era la matrona en una banda de hombres en la que el integrante más viejo (su novio y co-fundador del grupo, Chris Stein) era cinco años menor. Con toda la experiencia que acumuló en otras bandas y haciendo las rondas en la escena hip de Nueva York, no le tomó mucho esfuerzo a Harry convertirse en uno de los iconos del punk, aunque si le costó algo de trabajo a Blondie establecer su reputación en el panorama nacional. No fue sino hasta a inicios de los 80, con el florecimiento del New Wave y la revelación que fue MTV que Blondie realmente alcanzó la popularidad a la que estaba destinada de la mano de Debbie Harry.

Blondie tuvo sus inicios cuando el punk estaba a punto de convertirse en un estilo de vida. En la década anterior a la explosión punk de los 70, bandas como la Velvet Underground, MC5 y The Stooges construyeron las bases para que una nueva generación de artistas levantara las columnas de un movimiento contra-cultural que pudiera darle la vuelta a las convenciones dictadas por los medios comerciales y hacer la música que ellos quisieran. Y la música que ellos querían hacer era un retorno a la esencia pura del rock n’ roll. Era música que intimidaba a las buenas costumbres y que representaba la subversión de una juventud que no encajaba dentro de las normas de una sociedad conservadora. Ni siquiera era necesario ser una estrella del pop como los dinosaurios de aquella época o un músico virtuoso que escribía canciones cada vez más ambiciosas en el rock progresivo. En 1975, las herramientas estaban al alcance de cualquier artista con un manifiesto a la mano.

El punk obedecía las reglas de una estética sencilla y honesta: hazlo tú mismo; “DIY” por sus siglas en inglés. La semilla se plantó en Nueva York a inicios de los 70 y empezó a germinar en pequeños foros como Max’s Kansas City y el ya legendario CBGB. Bandas de hard rock como New York Dolls y Alice Cooper habían demostrado que el escenario podría ser aprovechado para romper tabús, asustar televidentes cristianos y tocar música a todo volumen. Sin embargo, había algunos factores que hacían que las cochinadas del punk contrastaran con el hard rock:

1. Mosh Pits: Aunque el caos y la euforia han sido parte del rock desde los años de Bill Haley & His Comets, el punk se distinguió rápidamente por la violencia de sus tocadas donde no era raro que alguien saliera con un ojo morado o una nariz fracturada. El término moshing no se acuñó sino hasta inicios de los 80 con la escena hardcore de Washington D.C., pero el slam ya era una vista familiar cada vez que se escuchaba el “ONE TWO THREE FOUR!!” de Dee Dee Ramone. La velocidad con la que tocaban estos grupos se manifestó en una explosión de adrenalina que movían a su público a chocar entre ellos como pelotas de ping pong. El punk no sólo era evitado por las masas por sus letras juveniles o por su música rompe tímpanos, sino porque realmente podrías salir lastimado si ibas a uno de esos conciertos.

2. La actitud: Mientras en el rock estaban dispuestos a cumplir con ciertos compromisos con el sello disquero a cambio de mucho dinero, sexo y drogas (generalizando), el punk tenía el dedo medio levantado ante todo. Claro, casi ningún punk le iba a decir que no a un contrato multimillonario si se lo ofrecían, pero eso nunca era la meta. Más bien, el punk nunca se sentaba a negociar con los ejecutivos, y si les ponían a Phil Spector en el estudio para producir su nuevo álbum pues qué chingón pero ellos iban a seguir tocando cómo se les pegara la gana.

3. La música: El rock pesado de los 70 estaba obligado a seguir una fórmula particular, de lo contrario, ya no sería “pesado”. Muchos riffs de guitarra, muchos grandes coros, con finales épicos y encendedores en el aire. Pero el punk no estaba encasillado en un estilo de música predefinido. Quizás los Ramones forjaron un estereotipo de la música punk con estas rolas de dos minutos y los mismos tres acordes a toda velocidad. Pero cómo verás a continuación, el punk se ha derivado en varios estilos musicales que van del art punk de los Talking Heads al hardcore de Black Flag o al horror punk de los Misfits y el synth-punk de Suicide.

A mediados de 1970, Nueva York fue la cuna del movimiento de la contra-cultura, y en pocos años plantó sus raíces en todo el país, especialmente en ciudades como Los Ángeles, y cruzó el Atlántico para arraigarse en el Reino Unido donde fue adoptado por la juventud como un himno contra las políticas del gobierno conservador. Aunque en Norteamérica el punk fue percibido como un fenómeno de culto (por lo menos hasta que arribó el pop-punk de los 90) fue en Inglaterra donde la revolución del punk realmente provocó un impacto profundo en la escena musical por medio de bandas como Sex Pistols, Buzzcocks y The Clash. Su influencia se dejó sentir por varios años, primero a través del post-punk de Joy Division y Gang of Four, y luego… bueno, todavía se notan sus rasgos en las bandas actuales de indie rock británico.

THE RAMONES

Yo Gabba Gabba! Los Ramones son sinónimos de punk. Es la banda que viene a la mente cuando se menciona el género pulgoso porque fueron los primeros. Punto. Los Ramones prendieron la mecha de la revolución con los ingredientes más básicos. Al darle la vuelta al reloj, le devolvieron su furia al rock n’ roll con melodías pegajosas, una energía contagiosa y letras intencionalmente idiotas. De 1976 a 1980, los Ramones le pusieron un hasta aquí a los excesos del rock progresivo y a la expansión de la música disco. Joey, Johnny, Dee Dee, Tommy (y luego Marky) Ramone no eran hermanos en realidad, sino más bien simbolizaban la idea de una pandilla; con pantalones de mezclilla rotos, chaquetas de cuero, cabello largo y cierto coqueteo con el fascismo, la imagen que impuso la banda fue un cubetazo de agua fría a la cara de la gente que había quedado desilusionada con la música comercial. Y lo increíble fue que a lo largo de su trayectoria, nunca modificaron su estilo y se mantuvieron fiel a sus ideales, por lo menos hasta 1985 cuando lanzaron su último de los grandes clásicos, Too Tough To Die. Desafortunadamente, esa dureza sucumbió eventualmente y tres de los cuatro integrantes originales han fallecido. Tal es el costo de estar siempre luchando con bats de beisbol en las trincheras.

PATTI SMITH GROUP

A diferencia de los Ramones que cantaban sobre oler resistol, Patti Smith adoptó un tono más intelectual que sus pares pulgosos. Reconocida como la poetisa del punk, Patti Smith fue todo una influencia, no solo para generaciones futuras de punks, también para muchas mujeres con aspiraciones musicales y literarias. Desde sus primeros días como un acto regular en CBGB, Smith estaba en el escenario ideal para expresar sus posturas vanguardistas, no como mujer, sino como artista, y pronto ganó ovaciones por su fusión de poesía con rock. Su afán por la experimentación la llevó a explorar técnicas en el jazz, y el spoken word pero su marca siempre estuvo en el punk-rock, siempre apoyada por el guitarrista Lenny Kaye y/o su esposo Fred “Sonic” Smith. Entre sus camaradas de la escena neoyorquina, Patti Smith fue la primera en firmar un contrato con un sello y la primera en lanzar un disco con su excelente Horses (un álbum emblemático que recordamos hoy por su fotografía de Robin Mapplethorpe).

TALKING HEADS

Quizás mucha gente se rasque la cabeza con la mención de Talking Heads, pero aquí tenemos otra banda que dejó su huella en el punk de Nueva York de los 70 por su excéntrico estilo que no se iba por los malabares intelectuales de Smith sino por una ejecución más artística y neurótica. Parece algo natural que con el paso de los años, el estilo de la banda liderada por David Byrne evolucionara, pero no acorde a las tendencias reflejadas en la industria pop sino como contra-propuesta. Resulta inverosímil que los Talking Heads pudieran encontrar el éxito, pero la banda se topó con una audiencia más grande que la de un bar de mala muerte y esto le abrió el paso a grupos similares del New Wave ochentero como Devo. En sus inicios, sin embargo, discos como 77, More Songs About Buildings and Foods, y Fear of Music enriquecían la escena del punk, no tanto por su música peculiar sino más por la genialidad de sus letras que ridiculizaban a la sociedad en que vivíamos… y vivimos.

TELEVISION

No podríamos hacer una lista como esta sin mencionar a Tom Verlaine y a Richard Hell, dos figuras que jugaron un papel importantísimo en la escena punk de Nueva York. Ellos formaron una banda de nombre Television que con sus riffs angulares y composiciones ambiciosas, colgaron el marco de lo que sería más tarde bautizado como post-rock. Sin embargo, Hell decidió salirse del grupo y formar el suyo propio (the Voidoids) antes de que Television hiciera su debut con Marquee Moon. Como solía ser el caso con estas bandas de culto, el álbum fue un fracaso comercial aunque aclamado por la crítica. La banda se desintegró abruptamente tras el lanzamiento de su segundo álbum, Adventure, a causa de las tensiones entre Verlaine y su guitarrista Richard Lloyd. A pesar de esto, la reputación de Marquee Moon fue aumentando con los años hasta convertirse en una de las grandes joyas de los 70, tal como es reconocido ahora.

BLONDIE

Por último, cerramos el círculo de esta retrospectiva con Blondie, una banda de la que hemos escrito bastante, especialmente por su última visita a México como una de las headliners del Corona Capital 2013. Estos días, a Blondie se le recuerda por canciones del new wave como “Heart of Glass” y “The Tide Is High”, o por temas de disco como “Atomic” o hasta hip-hop como “Rapture”. La verdad es que en los últimos años de su primera etapa, Blondie era un verdadero monstruo del pop, apoyado sobre un pedestal de éxitos y magníficos videos. Pero al igual que Talking Heads, Blondie también se ensució las manos en los bares y los clubs de la Gran Manzana. Su primer sencillo de su primer álbum fue “X Offender”, una canción a la que tuvieron que cambiarle el título original de “Sex Offender” porque en aquellos tiempos cualquier referencia a la piel provocaba un escándalo. Blondie más bien era un giro perverso de la fórmula girl group de los 60 con muchas melodías y ganchos. Pero todos los ojos estaban puestos sobre la ex-conejita de Playboy, Debbie Harry, que ya en ese entonces sabía la importancia de una imponente presencia de escenario.

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Texto: @ShyTurista

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