Por: Aarón Cortés

Desde las entrañas de los bares y las calles de Bogotá, Colombia, una nueva propuesta musical bastante interesante está tomando gran fuerza con su sonido de gypsy jazz fusionado con ritmos latinos creando una verdadera fiesta en nuestros oídos con la cual es imposible resistir la alegría y ganas de bailar que nos trasmite.

Nos referimos a Burning Caravan, un espectáculo lleno de color y una mezcla de diferentes culturas que la semana pasada estuvo de paseo por nuestro país y aprovechó para presentarse en el Pata Nega, La Bipo y formó parte del Balkan Fest con Emir Kustirica, quien es tan fanático de su música que los ha invitado a tocar con ellos en su país natal el próximo año.

Aprovechando este gran acontecimiento, platicamos con Javier Ojeda, guitarrista del proyecto, acerca de viajes, géneros, y la limitante de la escena musical colombiana actual.

 

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¿Cómo les fue en su primera vez en México a lado de Emir Kusturica en el Balkan Fest el pasado viernes?

Llegamos a él por suerte hace dos años en Colombia y esta vez fue una especie de reencuentro que fue muy especial y pues después del concierto ellos vieron todo el show y nos hicimos muy amigos la verdad, y pues el plan es que nos lleven a Servia porque tienen un festival que va a celebrar el próximo año su décimo aniversario. Entonces pues nos dijeron que querían que estuviéramos allá y ya estamos organizando todo para que pase.

No tiene mucho que salió su nuevo álbum, ¿pero tienen planeado estrenar algunas nuevas canciones para este viaje?

Javier Ojeda: Nuestro primer disco fue en 2014 y recién sacamos hace un poco más de 4 meses disco nuevo que se llama Las Historias de los Hombres, entonces pues nuestro plan de ahorita es paralelamente hacer más música pero dale tiempo de maduración a este disco que está pegando muy bien y queremos que la gente lo escuche con calma mientras nosotros trabajamos en nuevo material, claramente inspirado por este tipo de cosas como esta gira a México que ha estado verdaderamente espectacular.

 

 

Este fin de semana también se realizó el Festival Quimera con la presencia de actos de Colombia, ¿cómo han visto el avance e inclusión de la música colombiana en nuestro país?

Es muy interesante porque hace 10 años eran poquitas las bandas que alcanzaban a tocar el piso mexicano, y en estos últimos tres o cuatro años han sido gigantes la delegación colombiana de artistas que han venido acá, y me parece que es muy emocionante en cuanto a que el público mexicano ha sido muy abierto a nuestras propuestas musicales colombianas y creo que por fin encontramos como un puente directo entre los dos países que claramente tenemos muchas cosas en común y ahora mucho más ya que estamos intercambiando música.

Todos ustedes tuvieron grandes acercamientos con la música desde antes de tocar juntos ¿por qué decidieron hacer un género tan fuera de lo convencional con esa onda vintage?

Nosotros somos amantes de las raíces de las cosas, entendemos que la música parte de un origen y nos gusta rescatar los orígenes y formatos antiguos, ya que entre más antiguos tienen mucho más valor, depende el comportamiento de muchas cosas. Además de eso nosotros somos una banda multicultural donde el cantante es chileno, el bajista es francés, la acordeonista nació en Rusia, y el resto somos colombianos, quiere decir que nos encanta esa mezcla cultural que cada uno aporta para crear una música que sea interesante para la gente.

Me llama la atención que cada quién viene de un lugar diferente ¿cómo fue que se conocieron y decidieron hacer música?

Bogotá terminó siendo como el centro donde todos nos encontramos realmente todo empezó porque unos franceses llegaron a Bogotá incluso para hacer un restaurante, no para tocar y por otro lado, el chileno del que hablaba, llegó a Colombia detrás de su mujer, porque se había casado con una colombiana y había tenido un hijo, y se vino acá detrás de él. Básicamente todo fue pura casualidad, cosas de la vida que nos encontramos en un sitio digamos que haciendo también un centro importante creo yo en latinoamérica hoy en día y una conexión importante entre las culturas y así de dio. Bogotá está creciendo cada vez más y las propuestas musicales están más interesantes y es una tierna muy fértil para que diferentes cultura se de encuentren y que den música.

 

 

¿Cuál crees tú que sea el mayor limitante en la música colombiana hoy en día?

Yo creo que es una industria muy joven al contrario de la industria mexicana creo yo que nos llevan unos buenos años de industria como tal. Nosotros todavía nos estamos organizando entre las bandas, estamos creando comunidad, pero todavía nos falta mucho y el apoyo de el gobierno no es muy amplio y pues la barrera más grandes es conseguir los recursos para salir, porque la música está funcionando muy bien, la gente lo está recibiendo muy bien, pero hay una limitante muy clara de recursos.

Para nosotros fue muy difícil porque el año pasado estuvimos en Francia y en España y pues termina siendo un sacrificio muy grande económico por la fuerza de la moneda, por tener que pagar todo en euros es difícil, pero no imposible, ya con estas cosas como que Emir esta pensando en llevarnos a Servia, hace pensar que de pronto esa barreara no es tan difícil de tumbar y de poder viajar muchísimo con la música que en últimas es lo que nosotros más queremos.

Nos cuentas que han estado viajando a Europa últimamente, ¿Cómo han visto la respuesta de otro tipo de público ante su música?

Nuestra música –sobre todo el primer disco– se basa muchísimo en el jazz gitano, el jazz francés y estuvo interesante ir allá y presentarle a los franceses nuestra versión de su música tradicional y lo interesante fue que para ellos no suena a la música de ellos sino más bien suena a una interpretación muy latinoamericana. Ahí es donde uno se da cuenta el sabor latinoamericano, la sangre, el baile, y también nuestras diferentes culturas hacen que la música evolucione y que sea demasiado interesante para ellos encontrar su música pero reinterpretada o hecha por latinoamericanos, nos decían mucho eso y lo gozaron muchísimo.

Este año teníamos una gira para allá, lastimosamente por la barrera que te había contado no lo pudimos lograr pero seguramente el próximo año lo haremos.

 

 

¿Cuál es el mayor reto o dificultar de dedicarse a hacer un género musical ajeno a lo que se acostumbra a tocar en Colombia?

Yo creo que el reto más difícil es hacer que la gente lo entienda, digamos que es una música que tu escuchas porque a veces te causa curiosidad porque es distinta. Pero hay que tomar un poquito de tiempo para que la gente entienda lo que uno quiere decir y que te sientas cómodo con el género, creo que esa barrera es lo mismo que la hace especial, que es un género bastante distinto pero por suerte es un género muy festivo y alegre, y esto hace que sea fácilmente recibido por culturas latinoamericanas, y claramente vamos marcados en el ritmo y en el movimiento. Somos una banda muy festiva y energética en el escenario y nuestra misión siempre es conquistar al público sea donde sea y como sea.

¿Cómo crees que cambia tu música que es un género más callejero que suele tocarse más en vivo, a una versión de estudio para grabar un álbum?

En el disco uno tiene muchas posibilidades, en el último que hicimos nosotros tuvimos esta necesidad de crear sonidos más allá de lo que podíamos hacer en vivo por lo cual tuvimos músicos invitados en los que había cuerdas, violines, chelos, vientos, incluso percusión tradicional, entonces uno tiene esa ventaja de poder crear muchos colores y que quede plasmado en el disco. En vivo es otro asunto porque en vivo nosotros pues nos gusta ante todo divertirnos y también nuestra forma de divertirnos es cambiando las cosas e ir jugando con la música, finalmente se trata de eso. Cuando uno está jugando es como si fuera un niño, nosotros en el escenario somos niños y nos gusta reírnos y nos gusta siempre hacer las cosas diferentes para mantener a la gente entretenida y a nosotros también.

 

 

La lucha puede parecer difícil, pero esperemos que muchos talento colombiano siga el ejemplo de Burning Caravan, para llenar al mundo con su ritmo del cuál aún no hemos escuchado nada de todo lo que tienen guardado esperando el momento preciso.

Tal vez lo más importante sea cuestionar el hecho de ¿por qué el gobierno de este país no puede enfocarse un poco a darle entretenimiento a su gente de un buen modo?

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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