Como parte de su tour The Far Field, el más reciente material de Future Islands, el trío compuesto por Samuel Herring, William Cashion y Gerrit Welmers llegó a la Ciudad de México por segunda ocasión con una energía que hace pensar que no le han pasado más de 15 años a la agrupación desde sus inicios.
El Plaza Condesa lució casi repleto de gente ansiosa. Parejas, solitarios, adultos y jóvenes… una pluralidad notable en el público que desde las 8:00 de la noche llegó al venue.
Voy a ser honesta, si hay algo que esperaba ver alguna vez en la vida, es a Herring bailar como nadie en el escenario… y luego del show de anoche puedo decir que quedé más que satisfecha.
Dieron las 9:30 de la noche y al fin la banda estadounidense pisó el escenario. Gritos voraces y puños arriba habían estado esperando a Herring y compañía, quienes de entrada endulzaron nuestros oídos con “Back in the Tall Grass”. Samuel golpeaba su pecho, movía sus rodillas cantaba con esa voz gutural tan suya a la que todos aplaudimos. Sólo él puede hacerlo sonar tan armonioso entre tintes synth pop.
Continuaron con “Beauty on the Road” y una grandiosa “Ran”. Si para ese momento no había nadie bailando junto a Herring era porque se encontraban seguramente en el baño o comprando una chela.
Una vez que llegó “A Dream Of You And Me”, de los mejores cortes -para mí- de su entrañable Singles (2014), la nostalgia nos arropó a todos y los celulares -para mala suerte- de muchos se alzaron para grabar un momento glorioso.
Otra más de su reciente material, “Time On Her Side”, amenizó la noche que parecía avanzar velozmente, pero todo se detuvo y se prestó para la fiesta cuando nos encontrábamos cantando “I want to be the one to help you find those years that you’ve been talking about dreaming of the south” seguida de “Long Flight”.
Tenía mucho tiempo en el que no escuchaba a un frontman ir anunciando cada canción una por una, pero eso sólo dejó ver el gran carisma que posee Herring, que en cada oportunidad se acercaba al público
Al tiempo continuaron “Before the Bridge”, “Cave”, “Through the Roses”, “A Song For Our Grandfathers”, “Ancient Water” y “North Star”… y lo mejor de la noche se dejó venir con la esperada “Seasons”. Personas sobre los hombros de otras, coros bestiales y gente brincando, sin duda la mejor parte del show.
Continuaron con “Tin Man” y cerraron con una ejecución de ensueño de “Spirit”. Para este momento, incluso desde el fondo de la sala podía notarse el sudor y cansancio de los músicos, pero sus caras de emoción también eran evidentes.
Un concierto lleno de baile pero mucho amor en el aire de parte de la banda y de parte de su público que, terminado el concierto, ovacionaron con un aplauso ensordecedor el recinto.