Una de las dudas más frecuentes que se nos vienen a la mente cuando escuchamos una canción es tratar de descifrar lo que los artistas nos cuentan a través de sus ritmos o letras, las cuales pueden estar basadas en una experiencia personal, una metáfora, algún evento histórico o de interés común, etc. Sin embargo, siempre hay excepciones a esta regla, y una de ellas se llama Do Nothing.
Do Nothing es una agrupación de post-punk proveniente de Nottingham, Inglaterra, quienes con un solo EP publicado (e incluso antes de él) han comenzado a tomar bastante fuerza entre los oídos expertos que se ubican del ‘otro lado del charco’. La razón podría ser un poco obvia: sus claras influencias musicales y la manera en la que utilizan la música para desahogo personal.
Tienen una gran influencia musical de LCD Sounsystem
La historia del cuarteto conformado por Chris Bailey (voz), Kasper Sandstrom (guitarra), Charlie Howarth (bajo) y Andy Harrison (batería), comenzó formalmente en 2017. Después de pasar por varias agrupaciones y por separado, Bailey y compañía –quienes eran amigos desde la escuela– decidieron tener su propio proyecto musical. Uno que comenzó a ser un éxito en pequeños bares y pubs de su ciudad natal.
La razón de lo anterior no sólo es por las claras influencias musicales que tienen por parte de bandas como LCD Soundsystem y Talking Heads. También, influye mucho la habilidad que Chris Bailey tiene para atraer al público, algo que logra al comportarse como un hombre torpe y tonto sobre el escenario, en donde mezcla teatro, comedia y música para ilustrar lo irónica y poco agradable que puede ser la vida en general.
Han llamado la atención de bandas como Interpol
Apenas a finales del año pasado y con solo tres pistas publicadas en su catálogo, Do Nothing comenzó a llamar la atención de todos los que comenzaron a ponerle la vista a la reciente oleada de post-punk que nacía el continente europeo, misma que nos trajo a bandas ya conocidas como IDLES o Fontaines D.C., cuyo estilo no dista mucho del presentado por Chris Bailey y su séquito.
Si bien Do Nothing no contaba con un amplio repertorio, eso nunca fue impedimento para que la gente disfrutara de sus shows en vivo, en los cuales la banda siempre se reinventa. De hecho, eso fue lo que atrajo la atención del mismísimo Paul Banks, quien junto con Daniel Kessler y Sam Fogarino decidieron escoger a Do Nothing como su acto de apertura para un show que Interpol ofreció en Moscú.
Este 2020 Do Nothing publicó su primer EP
Fue en abril de 2020 cuando Do Nothing finalmente publicó su primer EP llamado Zero Dollar Bill, conformado por cinco canciones en donde la banda explora a su manera pensamientos recurrentes y poco mencionados por las personas tales como el simple hecho de cuestionarse si la persona que amas estaría contigo a pesar de todas las eventualidades posibles, o el alejarte de cosas que un día te trajeron felicidad.
Además, musicalmente nos encontramos ante un material que podría sonar despreocupado y a la vez, podría llamar a las masas a realizar una serie de destrozos. Es esa dualidad en sus creaciones es probablemente la cualidad más grande de Do Nothing, pues al escucharlos uno puede sentir e interpretar lo que quiera. Sin prejuicios ni expectativas por cumplir.
Definitivamente no son una banda más de indie rock
Aunque estéticamente Do Nothing puede parecer otra agrupación que sigue los pasos de bandas como Arctic Monkeys o The Vaccines, es verdad que Chris Bailey y compañía han sabido crear un sello musical que los diferencia del resto, esto en gran medida a su filosofía de explorar y recorrer cada espacio en donde los demás han estado, aunque no de la manera en la que ellos lo harían.
Dicen que reinventarse nunca es sencillo, sobre todo cuando una banda musical busca desesperadamente conectar con la audiencia. Sin embargo, para Do Nothing esa ha sido la manera en la que ha ganado los oídos de muchas personas, quienes están seguros de que la música como la vida, puede tener el significado que uno quiera darle. Ya sea un cuento de hadas, o un libro de chistes malos o ironías innegables.