El mes pasado dimos a conocer la propuesta de Elnicho, uno de los festivales independientes que más nos emociona por aquella vibra que demuestran los organizadores, un aura de amor por las múltiples expresiones musicales y su difusión a nuevos oídos. Nace como una tienda de música propositiva donde podías encontrar títulos que difícilmente encontrarías en otros lugares, y muta con los años en un festival anual que ofrece desde conciertos, performances, cine, charlas y talleres; enfocado para todo el público y en el que su misión es crear una plataforma que ofrezca nuevas experiencias a los asistentes a través de propuestas musicales que podríamos denominar como experimentales.
Pero para mostrar a detalle la esencia del festival les compartimos la charla que tuvimos con Eric Namour, director del festival, quien nos platicó a detalle de qué trata, cómo nos recomienda escuchar este tipo de géneros, el futuro de la música experimental en nuestro país y la importancia social de eventos de este estilo. Una muy interesante propuesta que recomendamos ampliamente ser parte de ella, así como el de apoyar eventos que realmente resultan ser propositivos y enriquecedores.
Tú, como director del festival… ¿cómo describes Elnicho?
Para mí es un festival de música donde tratamos de encajar en algún espectro que al final se ha llamado como festival de música nueva y experimental, pero de verdad yo aún estoy tratando de encontrar la palabra buena, porque decir “música nueva” es contemporáneo clásico; decir “experimental” hace que te rechace la gente desde los 70; “festival de música”… pues sí, se puede, pero a decir verdad Elnicho ofrece más que música, también hay performances, pláticas, cine en vivo y otras cosas. Indudablemente el eje principal es la música innovadora, original o nueva en el sentido de nuevos conceptos para un público que no escucha en vivo este tipo de actos. Es un evento que se vive más en vivo que de forma grabada, entonces por eso mezclamos improvisación, free jazz, ruido, electrónica, experimental, contemporánea… es muy importante infiltrar en un festival de música un poquito de contemporáneo actualizado. Este año, con lo que tenemos programado para el Tamayo, vamos a jugar mucho con los espacios, usamos mucho las otras culturas contemporáneas para justamente atraer otro público, pero siempre con la música como eje guía. Entonces, en pocas palabras, se puede definir como un festival de música nueva y experimental, porque es lo que estoy usando, pero también tratamos de que la gente no se asuste con una palabra así, y que entienda que es mucho más enriquecedor que eso. Lo que sí es que no se baila, es lo que les puedo confirmar -jajaja-, los conciertos empiezan a las 7pm y terminan a las 11pm, uno después puede ir a otro lugar a bailar si quiere, de hecho por eso estamos platicando con Mutek para crear ahí una mancuerna para que el 12 de mayo después de nuestra presentación en el Ex Teresa invitaremos a que todos vayan al Plaza Condesa para bailar con Four Tet y Ben Ufo.
Teniendo en cuenta que estas presentaciones son más en torno a la contemplación… ¿qué recomendaciones darías a los asistentes que nunca han sido parte de un evento de este estilo?
Creo que la contemplación es una palabra fuerte porque asume algo ya muy estático, valga la redundancia, contemplativo. Esto es un elemento del género drone, donde la música es muy sostenida. Por ejemplo, tuvimos una experiencia increíble este año; justamente estamos trayendo al director artístico del INA-GRM de París, Francois Bonnet, y vamos hacer una difusión acusmática en donde hay un mínimo de 8, 12 y hasta 25 bocinas en círculo y en el espacio, donde la gente sólo puede acostarse, cerrar los ojos y escuchar. Se llama sesión acusmática porque el sonido pinta su propia imagen. Esto viene de la música concreta y electracústica de los 50, es algo muy actual y que se ha re impreso en vinyl, osea, es presentado de una forma más “cool” la música experimental.
Luego, hay otros eventos que más que contemplativos terminan siendo un performance. Acabamos de confirmar el viernes a una compositora belga de más de 60 años, una compositora muy performativa, mezcla teatro, voz… no sé, ni si quiera yo sé qué nos espera de ella, y estoy encantado. Va a ser cuatro cosas diferentes, un dúo con una soprano, una charla sobre unas grabaciones que va a ser en el centro de la Ciudad de México y otras cosas.
La parte de improvisación: free jazz, no hay que esperarse nada a parte de cosas que pueden ser muy raras, porque es agarrar una trompeta y usar muchos objetos. Hay que explicar al público y dejar en claro que en esto de las improvisaciones a veces simplemente no cuaja, simplemente son cosas que no arrancan, no toman forma, etc; y hasta a los mejores free jazzistas les ha sucedido, inclusive a Miles Davis, siempre ha sido así, puede que una nota salga y haya desequilibrado todo o la agarran y se transforma en toda una ola de armonía. Hay muchas cosas de esta edición, como los años anteriores, tendremos como 4 o 5 colaboraciones nuevas que hasta yo temo en ponerlos juntos.
No sé, regresando a la pregunta, recomiendo venir con una mente muy abierta y que no crean que vienen a una secta musical, ¿sabes?, porque justamente la palabras “experimental” sí rechaza y empuja a la gente. Pero es más experimental por el público que viene a descubrir cosas nuevas, y el hecho de que no se baile no significa que no sea divertido… de hecho es muy divertido. El jueves en el Ex Teresa estaremos divirtiéndonos con todo el público y con todo el espacio, moviendo a la gente de un lado a otro y mezclando el ruido y el silencio. Es una oportunidad única de descubrir cosas nuevas, muchas gratuitas y otras a un precio bastante flexible que incentive a seguir escuchando este tipo de propuestas en futuro. Para mí es esto: descubrir. No hay un headliner, lo “importante” se extiende a lo largo de los 5 días. Muchos siempre me preguntan ¿qué me recomiendas?, y es que pues yo recomendaría todo porque he trabajado 10 meses en eso, pero claro a veces no podemos. El caso es que hay programación para todos, les recomendamos seguir nuestras redes porque ahí compartimos las próximas sesiones con una breve descripción para que estén enterados de qué esperarse. Simplemente hay que ir.
¿Cuál crees que sea la importancia social de la música experimental en nuestro país?… lo que inspira al Elnicho a seguir con más programaciones.
Pues tocaste el punto principal, no es la fama ni el tema económico, porque realmente aún no somos auto-sustentables. A mí lo que más me ha impactado desde el primer año es el público, y eso desde siempre. Estuve 10 años en Londres -crecí en México pero no soy mexicano-, pero la actitud, la paciencia, el silencio, el respeto del público ha sido un impacto tanto para mí como para los artistas que han venido. Además de eso, el rango de edades, los géneros… como que sí hay una variedad amplia y lo que más me encanta es que veo rostros conocidos dentro del festival, vienen muchos consecutivamente y también se relacionan entre sí, que es lo más bello, porque la idea de un festival para mí es eso, donde los artistas están juntos, en donde el público hay una comunicación visual, un respeto y una socialización, a mí me encanta y por eso así lo hago, así aprendí y así será. Por eso el evento social es crucial, por eso le doy tanta atención a la bebida de cortesía a un lado, la comida del artista, etc; son cosas por mínimas que parezcan pero cambian totalmente el entorno en general y la vibra es mucho más especial.
Tomando en cuenta que Elnicho es uno de los festivales más representativos de México en cuanto a la difusión de música experimental… ¿cómo visualizas el futuro de México respecto a estos géneros?
Ja!, buena pregunta.
Pues espero que se hagan más pequeños nichos así. Aquí en México tenemos varias iniciativas locales como Umbral, quienes hacen varios eventos al año. Hay muchos artistas que vienen a México o que tienen una beca aquí, sólo hay que encontrar foros para apoyarse. Yo he tratado de mandar artistas a otras ciudades pero no se ha visto tan claramente. A mí me gustaría que los géneros fueran adquiridos por los escuchas como en otros países, y sin embargo ya se hace, por ejemplo, hay nichos en otros estados como Tlaxcala, Oaxaca, Mérida, no sé… no conozco perfectamente la escena en el norte pero sé que justamente podemos llegar a concretar algo allá. Está pasando, ¡eh!, he visto que, de lado de los músicos, muestran un interés por visitar y tocar en México, y obviamente los foros tienen que estar dispuestos a abrirse -que en realidad son muy accesibles-, los fondos son realmente el tema más complicado, y el público tiene que empezar a entender que es necesario decir: “ok, voy a pagar $50 o $100 pesos para descubrir algo nuevo”, como cuando uno va al cine. Osea creo que hay un público muy fuerte que no tiene un prejuicio, pero debe existir un incremento de forma gradual, que digan: “ah bueno, esto realmente es raro pero es positivo, no es tan extraño” y que tampoco digan: “vengo al Elnicho porque traen a cierta persona”. Deben venir a Elnicho por lo que está ofreciendo en general. Ese es mi ideal, donde uno casi casi no tiene que anunciar ningún nombre, es mejor que vayan al festival por lo que les espera y después de haber asistido, comenzar hablar de él, decir qué cosas no les gustó, comparar con ediciones pasados; que tengan críticas constructivas, porque necesitamos una crítica por parte del público también. Yo me sentí bastante feliz con el line up recién hace una semanas, se me hace perfecto, encontramos un buen balance de mujeres artistas para la equidad, buen abanico de free jazz, ruido, silencio, performances, cine… es un buen balance, pero ¡cuánto trabajo para llegar a eso!
Yo sé que el festival está enfocado a todo el público, y este festival incentiva a los artistas mexicanos a tener la seguridad de que este tipo de expresiones son consideradas. Tú ¿qué recomendaciones darías a los músicos para poder formar parte de festivales como Elnicho?
Pues yo tengo muchos contactos con la escena local y siempre tenemos la misma iniciativa de generar espacios y eventos, y como ya te he mencionado, los fondos son el principal problema, no hay fondos aquí en México para organizar masivamente eventos de este estilo, es impensable prescindir que se puede vivir de esto. Lo que yo hago mucho, y que lo veo en mis amigos compositores, es estar muy encerrarados en su red, y es algo que sucede en todo el mundo. Siempre es así. Ahora vamos a ver en el Centro Cultural España una pieza de Stockhausen tocado por 6 músicos mexicanos, 4 en las percusiones y 2 en las computadoras. Yo los he visto 2 veces aquí en México a lo largo de tres años, y esto nos deja ver a un legendario compositor alemán interpretado por 6 músicos mexicanos, y eso justamente incentiva. Sus alumnos logran ver que los foros y el espacio existen para presentar su trabajo.
Creo que es muy importante que la gente entienda que Elnicho no es tanto como un festival en sí, sino como una organización independiente y micro para hacer cosas durante el año, siempre con la iniciativa de aprender algo y comunicar con la escena que está aquí. Hay que generar nosotros mismos más, más foros, eventos, sellos, música y promoverse. Recomiendo venir a discutir con los artistas internacionales, porque eso es justamente lo que quieren, interactuar con el público.Hoy en día el internet es tan generoso que tenemos pocas excusas para no escuchar. Hay muchísima música en internet y nosotros mismos debemos ir depurando. Nosotros, como festival, podemos ayudar en funcionar como un filtro más.
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