Emmanuel Gutiérrez
Elvis Presley hizo y deshizo lo que quiso cuando tenía el trono de la música en los años 60, a Elvis Presley no le desagradaba México y hasta participó en un filme que rendía tributo a las entonces paradisiacas playas de Acapulco.
En la película ‘Fun In Acapulco’ de 1963, el actor y cantante interpretó la muy mexicana ‘Guadalajara’ de Pepe Guízar con un español parecido a cuando un gringo pide un ‘Burritou’, pero lo curioso es que jamás pisó tierras aztecas (actuó en el estudio 555 en Hollywood) debido a un tremendo chisme que se desató seis años antes.
Alguna vez en México, bailar rock estuvo prohibido, mover las piernas, dar vueltas y organizar bailes eran suficientes para que te llevaran al bote, te encueraran y de paso, te dieran una ‘calentada con tehuacán’ por ser un ‘muchacho faltoso’.
“Era mediados de los años 50 y el fenómeno del pandillerismo juvenil empezaba a darse en la clase media. La prensa, en medio de una mentalidad conservadora, empezó a decir que el rock and roll era una muestra de la degeneración moral”, relata el periodista Raúl de la Rosa, cronista de aquellos prehistóricos tiempos en la capital mexicana.
Cuentan en el lavadero que el entonces regente de mano dura, Ernesto Peralta Uruchurtu, hizo un favor a un magnate para mandar una carta a Elvis con un cheque en blanco para ser la amenidad de los 15 años de su hija.
Debido a su apretada agenda, Mr. Presley devolvió el papel con firma y dijo ahorita no joven que andamos ocupados. Enojado, el magnate decidió darle una lana al periodista Federico de Leon para inventarse un chisme en su columna ‘6PM’ donde afirmaba que Elvis prefería ‘besar a tres negras que a una mexicana’.
Por esto, Uruchurtu ordenó que la radio no podía tocar rolas de Presley. Tiempo después, se desató una pelea en el cine Las Américas donde se estrenaba ‘King Creole’ entre chicos que apoyaban al rockstar y otros mochos que se creyeron el cuento que inventó De León. El resultado de la campal es que giraron otra orden para no vender discos del Rey en niguna tienda (la piratería ni existía en aquel entonces).
No conforme con esto, hubo otra pelea a inicios de los 60 en el mismo cine tras el estreno de ‘Cafe Europa’ (GI Blues) y se decidió que nunca más se proyectaría otra película de Elvis en la ciudad.
Cuando Paramount Pictures decide rodar ‘Fun In Acapulco’, Elvis estaba vetado del país y no le dieron permiso de pisar tierras mexicanas. Ahí es donde entra en acción Lance LeGault, quien pasó a la historia por ser su doble mientras Elvis trabajaba en Los Ángeles al lado de Dolores del Rio, Elsa Cárdenas y Katy Jurado.
La escena donde Elvis canta por única vez el clásico ranchero fue filmada en un estudio y es una lástima que no se haya hecho en nuestro país… ¡Todo por un chisme!