A pesar de tener casi cinco años como agrupación, la experiencia de años atrás girando en la escena musical mexicana le ha dado a Chingadazo de Kung Fu el impulso necesario para ser hoy una de las bandas más representativas de punk en la Ciudad de México y en todo el país.

En México, el punk se quebró por ahí de los años 2006 y 2007, cuando podíamos hablar de sobresalientes como División Minúscula, sin embargo, ni eso, ni el paso de los años, ni las nuevas responsabilidades de Marino, Alejandro y Beto han permeado en el estilo musical de Chingadazo de Kung Fu que se mantiene fiel al género, uno escandaloso, rebelde y que nos habla de lo más íntimo en no más de cuatro acordes.

#EmergenciaNacional: "Estaba drogado y me cayó el 20, toqué en un escenario como ese" CHDKF
FB / Chingadazo de Kung Fu

Aun así, en casi cinco años de pie y con una historia musical mucho más grande, CHDKF se ha tenido que adaptar también a los cambios y es que no es lo mismo empezar una banda como un chiste que surgió en el calor de la peda a convertir tu música en tu fuente de ingresos.

“La música como tal ha cambiado. Nos hemos vuelto mejores ejecutando nuestros instrumentos y nos lo hemos tomado en serio. No es que ya no sea divertido, sigue siendo increíble salir de tour y estar con tus amigos, pero ahora hay gente que paga por vernos y creo que la idea es respetar lo que hacemos“, cuenta Marino, integrante de CHDKF.

Cinco años, contados en los dedos de nuestras manos, parecen pocos y puede que esto sea así. Pero pregúntate a ti mismo, ¿eres la misma persona hoy? No y los CHDKF tampoco. Sí, aquel punk doliente e irreverente que nos desgarra la garganta y nos hace sudar en medio de un baile descontrolado y sin coreografía se mantiene ahí, latente, pero los mensajes se transformaron.

“El diálogo abierto fue una catarsis. En ese momento hablaba de mi exesposa, dije cosas que me había guardado y de repente con la música fue más fácil exteriorizarlo. Ahora tenemos nuevas preocupaciones. Seguimos hablando de desamor y amor y cosas que nos pasan. El año pasado me pelee con mi mamá, por ejemplo y fue cuando le hice una canción que se llama ‘3 de Noviembre’. Si algo seguimos teniendo es que son rolas vivenciales. Hemos aprendido a tener mejores recursos narrativos“.

Pasar del “Vamos a hacer una banda y tocamos covers” a transformarse en un proyecto serio con música propia y con shows que son sold out puede ser la cosa más increíble que le suceda a una banda que inició sin esperar nada, pero cuando las cosas comienzan a ponerse rudas y hay que responderle a los fans, comienza a aparecer una línea entre lo divertido y lo formal.

“Si algo aprendimos los tres el año pasado fue respeto. Respeto a nosotros tres, al escenario, a la gente y ahí es donde está esa linea. Mientras tengamos en mente eso, podemos hacer lo que se nos dé la chingada gana, porque finalmente eso es el rock & roll. Ale siempre ha dicho eso: el día que esto deje de ser divertido pues a chingar a su madre“.

Para alguien como Marino que inició su primera banda cuando tenía casi 14 años, las historias sobre cómo se maneja la escena musical no son mitos, sino que es algo que él ha visto y vivido en carne propia. Respecto a los cambios que ha sufrido la industria, él dice que todo se ha transformado para bien y en esta enorme red que se compone de un gran número de bandas que se apoyan entre sí, han salido buenos exponentes que hoy son los más importantes para una nueva generación.

“Antes era como que si escuchabas punk no podías escuchar hip hop, o si solo escuchabas hip hop no podías escuchar pop, pero creo que ahorita con las plataformas digitales y con las herramientas que hay es diferente. […] De alguna forma es que lo que ha pasado es que la línea se está difuminando y ya no es tan necesaria una disquera. Todos se preocupan por tener mejores instrumentos, tener mejor merch y venderse mejor en sus redes sociales, hay mayor profesionalización […] Empieza a haber un cambio generacional y está bien porque para eso surgieron iniciativas como Circuito Indio, para empezar a ver, uno cómo se conectaban las bandas y dos saber qué más propuestas había”.

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Este año, el CHDKF dará su salto a uno de los recintos más importantes y queridos de la Ciudad de México: El Plaza Condesa. Apenas el año pasado el trío de punk abrió el show -también sold out- de LNG SHT y pese a presentarse antes que el rapero, el concierto se convirtió en un espectáculo compartido, donde no había pie para que alguien los llamara “teloneros”.

“Fue un concierto intenso. Nosotros crecimos yendo al Foro Alicia, ahí siempre me la pasé bien. El Plaza tiene algo de eso, porque tienes a la gente encima, porque estás con más cercanía, pero con mucha mejor infraestructura y para muchísima más gente”.

Este año CHDKF cumple cinco años de existencia, por lo que su concierto en El Plaza se convertirá en toda una celebración a la que acudirán tanto amigos como fans. Haciendo un “recuento de daños”, Marino dice que jamás imaginó que algo así fuera ocurrir, pero tuvo chance de reflexionar sobre ello en un viaje en drogas.

“A mí no me cayó el 20 hasta que en el pasado Corona Capital, cuando estaba viendo a New Order y yo estaba muy drogado en ácido, vi el escenario y voltee y le dije a mi hermano ‘no mames este año fue el mismo año que toqué en un escenario de ese tamaño, con esas pantallas’. No me había hecho consciente de eso. Por eso creo que estos ejercicios como Tecate Location o Circuito están ayudando a que se volteen a ver este tipo de cosas o bandas”.

El próximo 29 de junio el Chingadazo de Kung Fu se presentará en El Plaza condesa y por acá puedes encontrar tus boletos.

#EmergenciaNacional: "Estaba drogado y me cayó el 20, toqué en un escenario como ese" CHDKF
Cortesía

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