Entre los músicos nuevos que surgen cada día (porque ya se vale decirlo así gracias a nuestra señora internet), es cada vez más fácil ver a chicas liderando agrupaciones, hecho que surge como resultado de años de esfuerzo de parte de miles de mujeres dedicadas a la música que han puesto su empeño en hacer que la industria las considere igual de buenas que los hombres. Para probarlo, en esta ocasión nos gustaría hablarles de Navit, un trío nacido en Jalisco, uno de los lugares donde el rock parece tener mucha mejor fluidez que en otros sitios.
Gracias a esta nueva ola de math rock que comenzó desde principios del año 2000, muchas más bandas se han sumado a los trotes acelerados de batería en conjunto con riffs agudos y seductores de cuerdas. Subidos a ese barco, Cynthia (guitarra y voz), Alexa (batería y voz) y “Kuerda” (el bajista) han llegado hasta nuestro radar gracias a un sonido fresco, envolvente y con historias que nos recuerdan porqué la música es lo mejor que nos ha ocurrido.
“Navit comenzó a principios del 2014 con Cynthia, y conmigo. Nos conocemos desde el 2011, y nos conocimos porque las dos tenemos el mismo sueño en común: tener nuestra propia banda de rock. Por varios motivos; entre ellos un accidente de auto que tuvo Cynthia, y lo difícil que nos fue encontrar integrantes comprometidos, fue que hasta el 2014 decidimos cantar nosotras y entre las dos llevar el proyecto, y así nos consolidamos como Navit; un proyecto formal. Aunque al principio teníamos un bajista, este dejó la banda en 2016 y ese mismo año se nos unió nuestro actual bajista: Kuerda”, comentó Alexa en entrevista para SopitasFM.
El sonido de Navit es rudo. Sus percusiones visten casi de manera homogénea a unos sensuales riffs de guitarra que al mismo tiempo logran su realce al compás del bajo. En una primero oída, la música de Navit puede recordarnos a aquellas bandas de dream pop, math rock y hasta post punk de principios de los 2000 y esto en mucha parte se debe precisamente a influencias como The Veronicas, Nightwish Placebo, Porter, Vampire Weekend, Paramore, entre otras.
Sin embargo, el sello de Navit proviene de sus letras. Cada una con historias diferentes que tienen en común la búsqueda del amor, de la paz y la tranquilidad emocional. Esto, según nos contó Alexa, se debe en mucha parte a que se trata de temas personales.
“Una canción que me liberó mucho haber escrito fue Borderline. Tal vez no sea muy grato darte cuenta que tienes un trastorno de la personalidad, pero cuando comencé a escribir esa canción yo no lo sabía. Estaba pasando por uno de los peores momentos de mi vida, luchando contra mí misma, y una noche de crisis se me ocurrió tocar la guitarra y comenzar a tocar todo lo que estaba sintiendo. La letra fluyó solita y fue así como nació esa canción. Tiempo después, cuando ya entre todos le pusimos los arreglos y demás, lo único que faltaba era ponerle el nombre. Se lo puse cuando me di cuenta que lo que causaba todas esas cosas dentro de mi cabeza era el Borderline (Trastorno Límite de la Personalidad). Tal vez no sea la historia más bonita, pero para mí fue liberador haberla hecho, así como saber que no soy la única con un problema de ese tipo. Y de alguna forma me alegra haber sacado algo bueno de esos momentos tan oscuros”.
Es bien sabido por todos que la música es catártica y en muchas ocasiones nos hace sobrellevar mejor nuestras emociones (no solo está bueno echarle limón a la herida con rolas tristes, también podemos disfrutar de nuestros ratos felices con canciones más alegres). Así, Navit usa su música como una vía par hallar el equilibrio entre lo bueno y lo malo de las cosas. Entre lo trágico y lo divertido.
El tema de liberarse a través de la música quizá parezca trillado, pero lo sería si las bandas vieran esto tan solo como un hobby o como una terapia personalizada. Sin embargo, la diferencia la marca el trabajo que llevan a cabo las agrupaciones para pasar de tener un lugar cómodo para sacar sus emociones, a un proyecto que se vuelva empático con las masas. Esa es la clave, conectar con los demás.
“Aquí aplica lo de “si amas lo qué haces, no parece trabajo”. Y es eso: disfrutar de esto e inyectar mucha sinceridad y cariño. Siguiendo esa línea de trabajo, es siempre estar ideando cosas para llegar a más personas o tratar de innovarnos a nosotros mismos en nuestra música. Pero siempre teniendo objetivos claros, y metas a largo, mediano y corto plazo. Tratando de trabajar en equipo”.
Aunque para Navit es un trabajo diario el aprender cómo es que funciona la industria musical, a la par se mantienen trabajando en su música. Apenas el año pasado lanzaron su tercer EP Rojo, el cual inicia una nueva trilogía que, según nos explicó Alexa, hace que cada material dependa uno de otro.
“Nos basamos en los colores primarios. El primer EP en salir fue Rojo, por lo tanto seguimos trabajando en Amarillo y Azul. Elegimos trabajar con ellos porque creemos que son la base de todo. […] En el Rojo está la agresividad, fuerza, energía; el Amarillo tiene la intuición y la precaución. En el Azul viene la madurez, y en conjunto todo eso forma parte de una misma cosa: los sentimientos y la vida”.
Si quieres conocer más de Navit a través de su música, échate un clavado a su cuenta de Spotify y dinos qué te pareció.