Pues Katy Perry regresó a México y por supuesto que fuimos a verla, después de tres años de ausencia nos intrigaba que traía de espectáculo después del California Dreams Tour de 2011-2012.
Le abrió una chica llamada “Becky G.” que pues se dedicó a cantar canciones, desconocidas, con un Dj de fondo que intentaba prender a las chavitas. Porque eso sí, vimos niñas acompañadas de sus mamás por doquier,usando pelucas de colores y madres con cara de “¿por qué a mi hija no le gusta otra cosa?”. La verdad esto nos extrañó, ya que las fans de Katy, las llamadas “katy cats” normalmente son adolescentes un poco más grandes con complejo de felinos.
Pero bueno, a los que nos truje checha. Antes de subir al escenario la cantante envió un tuit en el que representaba su emoción y a las 9:20 las luces se apagaron, el escenario se iluminó y una pirámide apareció con Katy dentro.
Unos bailarines con una especie de mohicano acompañaron a la cantante en “Roar” (canción con la que inició), seguida por “This Is A Part Of Me” y después “Wide Awake” un poco remixeada. Después de estas tres canciones por fin se dirige al público y pronuncia “¿Cómo están?” en español, lo que hace al Palacio de los Deportes enloquecer.
Da la bienvenida al público a su “Prismatic Tour”, se disculpa por haber tardado tanto tiempo en volver, menciona que puede observar los disfraces de muchas niñas y que sabe que estamos locos (nuts) por lo que dará un excelente show.
Comienza con la canción “This Moment” acompañada de sus músicos (ya no pista) y de repente desaparece en el piso. En la pantalla se empiezan a proyectar imágenes de pirámides, lo que hace el publico enloquecer OTRA VEZ, y empieza “Dark Horse” mientras ella monta un caballo falso. Sigue con “E.T” (ésa que canta con Kanye West) y “Legendary Lovers”.
Sigue con sus éxitos “I Kissed a Girl”, sólo acompañada de la batería, el bajo y la guitarra, dándole un toque menos pop; mientras que “Hot N’ Cold” lo hace un poco diferente, casi como Cats. Lo mejor de todo esto fueron los visuales de gatitos, los más extraños que hemos visto.
Después de casi una hora de canciones,Katy decide que es hora de volver a hablar con el público, por lo que casualmente agarra el celular de un fan y se toma un video con él (ese celular vale ORO), agradece el apoyo y menciona que los fans mexicanos son los mejores para ella (el Palacio vuelve a retumbar de gritos, por supuesto).
Llega el momento sentimental, cuando toma su guitarra y comienza a tocar y cantar “The One That Go Away” con “Thinking Of You” (seguro más de una esperaba que saliera Diego Luna), sacándole la lagrimita a más de una muchachita. Otro mash-up entre “Last Friday Night” y “This Is How We Do”, para seguir con “Teenage Dream” (que fue coreada por todo el foro), “California Gurls” y “Happy Birthday”, en la cual subió a una niña del público, la sentó en un pastel gigante y le cantó a ella solita (maldita envidia que nos corroe por dentro).
Para terminar, Katy vuelve a desparecer en el piso, para salir y cerrar con “Firework” con unos visuales que se podían apreciar mejor con unos lentes 3D que al parecer se daban a la entrada.
La producción y la planeación de su concierto es impresionante: los visuales, los bailarines, el vestuario, paltaformas rotrorias, bandas para caminar, accesorios, nada falla y todo está fríamente calculado. En cuanto a la música, a pesar de estar en un foro considerado “difícil” en cuanto a acústica, se escucha a la perfección, tanto la voz de Perry como sus músicos; y aunque piensen que su voz es resultado del auto-tune, me gustaría informarles que sí canta y muy bien (se nota más en las versiones acústicas).
Pero lo que más vale la pena de su espectáculo, es el amor y agradecimiento que muestra por sus fans, se acerca a ellos, acepta sus regalos e interactúa con ellos en muchas ocasiones; así que si piensan que no vale la pena verla, tal vez deban darle una oportunidad (aparte de que es guapísima).
Fotos de: Diego Figueroa