Con un saxofón suave abrazado por sintetizadores delicados llamados “Abandoned Tunnel”, invitándote a entrar en su mente y en el mundo de Poolside, es como Jeffrey Paradise decidió empezar Low Season, su tercer álbum de estudio. La banda formada en el calor de Los Ángeles no tardó más que unos segundos para hacernos saber que una vez más nos llevarán a un lugar al que solo ellos lo saben hacer. Un lugar tranquilo, un lugar en el que todo está bien.

Desde que la banda se formó en el 2010, y decidieron encontrar un sonido que se acercara lo más posible a la sensación de estar junto a una alberca sin nada más que las ganas de disfrutar de la vida, han estado explorando y evolucionando lo que ellos llaman Daytime DiscoEn Low Season, nuevamente entregan justo eso. Justo esa sensación de despreocupación absoluta.

Instagram @Poolside

Para entrar al ambiente preciso con buenos beats y sintetizadores cortados pero igualmente melódicos de la próxima media hora, Poolside nos dice que es momento para volar. “I Feel High” sube el tempo para provocar el primer baile de todo el disco. A diferencia del muy querido Pacific Standard Time de 16 rolas, Low Season llega para presentar solo ocho. Pero no se dejen engañar, si alguna vez ha aplicado el “menos es más”, es justo aquí. Este disco tiene las canciones que debe tener. No se siente ni muy largo ni muy corto. Es bastante preciso ahí.

Generalmente, cuando una banda piensa en cambiar su sonido, o busca nuevos horizontes musicales, su primer visión es hacer algo completamente diferente a todo lo que han hecho antes. Para Poolside este no fue el caso. Si bien su sonido siempre ha sido una mezcla de pop con toques alternativos/indies, con “Can’t Stop Your Lovin'” agarraron algo que ya dominaban y lo llevaron al extremo. Entregaron el momento más pop de toda su carrera. Lo mejor: lo hicieron manteniendo su estilo.

De la mano de Panama, Poolside hizo su hit. Hizo esa canción que tal vez para los amantes de “Fell Alright” les parezca de fórmula. Y tendrían toda la razón, pero eso no le quita la calidad. El mismo Paradise nos lo platicó con orgullo: “Definitivamente “Can’t Stop Your Lovin’” es la canción más pop que he lanzado, es súper pegajosa y me quise empujar y apuntar a eso. A llegar a un lugar en el que pudiera estar orgulloso de la canción. Amo que sea tan pegajosa”.

Para transformar la energía, pero sin hacerlo áspero, un riff de bajo bien marcado llega regresarnos a los ritmos groovy que nos transportan a un lugar de sol y traje de baño. “Around The Sun” nos regresa al Daytime Disco que tanto disfrutamos. Los tonos brillantes de la guitarra se decoran alrededor de la melodía vocal, todos sentados cómodamente sobre un ritmo de rock simple y relajado. La influencia disco de los años 70 sigue siendo cada vez más prominente, lo que refleja la sofisticación de la musicalidad con la simplicidad de las emociones capturadas en su música.

Sin subir el ritmo, “Losing Control” es esa rola que confirma que todo está dónde tiene que estar. Aquí te das cuenta que Low Season se trata de un lugar. Uno al que te llevan flotando sus sintetizadores envolventes, su guitarra oportuna y sus ritmos lentos. Uno que tú escoges pero que Poolside se encarga de mantenerte ahí.

Con su clásica percusión marcada por una conga, la canción que le da el nombre al disco empieza suave. Acompañada de unos platillos sutiles y una guitarra precisa, progresivamente llegaría un buen momento de funk tropical. “Low Season” es la canción instrumental que se antojaba escuchar desde el principio. Los acordes infecciosos de guitarra y bajo centran el componente melódico principal, compañados siempre por ritmos simples que se repiten en un entorno atmosférico creando el paisaje sonoro perfecto.

Foto: OCESA / José Jorge Carreón

Para empezar a cerrar el disco, “Kinda Lovely” empieza a bajar la energía. Los sonidos de playa tropicales, el sintetizador de escalada y la línea de bajo maravilloso crean la combinación perfecta para terminar con una gran canción de amor. Una vez más con la participación de Sydney de Panama, incorporaron voces relajadas y difusas con el mantra repetido “ooh damn, you’re kinda lovely“.

“Sunrise Strategies” termina el álbum con una increíble aventura audible de 7 minutos. La pista comienza con 2 guitarras acústicas, una solista y una melódica, antes de que la guitarra eléctrica los alcanza en el tiempo. La canción se desarrolla constantemente durante unos 5 minutos, presentando una gran cantidad de otros instrumentos, incluidos sonidos de sintetizador electrónico casi extraños, muestras de flauta y, por supuesto, el amado saxofón que nos presentó en el comienzo del álbum.

Hacia el final de la pista, se ralentiza por completo, con todos los elementos melódicos reemplazados por ruido electrónico y sonidos de viento y pájaros. Una despedida del lugar al que nos mandaron. Con partes iguales relajantes y casi distópicas, una mezcla de luz y oscuridad cierran un gran disco de Poolside.

Foto por FilmMagic/FilmMagic

El álbum termina con una sola nota que se desvanece lenta y tranquilamente, permitiendo que el álbum permanezca durante unos segundos más en mi mente. Extrañamente siendo un disco bastante lineal, sin muchos cambios de ritmo ni explosiones musicales, Jeffrey Paradise logra hacer un disco atmosférico que no suelta tu atención. Uno que los fanáticos de Poolside seguramente van a amar y desearán poder vivir más tiempo en el lugar al que te transportan.

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