Lo que necesitas saber:
Nota del editor: Esta fue la reseña que hicimos tras el show del 5 de mayo del 2018 en el Hell & Heaven Fest en la Ciudad de México.
Fue el cierre del Festival Hell & Heaven y, quizás, de toda una historia en la música. Ozzy Osbourne, el vocalista de Black Sabbath, pisó tal vez por última vez los escenarios mexicanos en el 2018.
Al menos es lo que se dice, ahora que inició su gira “No More Tours 2”. ¿En serio es el fin? Bueno, el mismo Ozzy Osbourne dijo para la Rolling Stone en su momento que “no se está jubilando”… sin embargo, dejará de hacer giras mundiales.
Y ya en 2025, junto con los miembros originales de Black Sabbath, tuvieron su épica despedida en Birmingham, donde todo comenzó.
Hasta siempre, Ozzy Osbourne
Al momento de escribir esto, nos despedimos de Ozzy Osbourne. El Príncipe de las Tinieblas falleció el 22 de julio de 2025, justo unas semanas después del concierto donde se retiró definitivamente de los escenarios.
Inconscientemente (o bueno, no sabemos), parece que Ozzy decidió despedirse de sus fans, de su gente, de sus hijos (los consanguíneos y aquellos que crecieron para darle sentido al metal como cultura) con una fiesta que será recordada como ‘la noche más grande en la historia del heavy metal’.
Y en México, claro que la partida de Ozzy duele porque hay una fanaticada metalera que lo reconoce por su legado, tanto en solitario como con Black Sabbath. Contadas veces vino al país… y por eso, hoy más que nunca uno se siente afortunado por haberlo visto sobre el escenario.
Aquí, recordamos la última vez que Ozzy Osbourne vino a México. Gracias por todo, Príncipe de las Tinieblas.
El último concierto de Ozzy Osbourne en México
Nota del editor: Esta fue la reseña que hicimos tras el show del 5 de mayo del 2018 en el Hell & Heaven Fest en la Ciudad de México.
Nada de esperas. A 10 minutos de las 11 de la noche, le bajaron a la música de AC/DC y las luces se apagaron para encender las pantallas. Corrió un collage de imágenes y audios que despertaron los primeros gritos. Alaridos por algunas partes, cuando en imágenes se reconoció a un ya muy lejano Ozzy Osbourne niño, luego al añorado jovenzuelo que hace más de medio siglo oscureció al rock y, por último, al Ozzy venerado. Tal como ahora lo conocemos.
Reventó “Carmina Burana” y nuevamente todo en oscuridad. En las pantallas apareció un enorme lobo, mientras en el centro del escenario se dibujó una cruz gigante. La misa del Padrino del Heavy Metal comenzó. “The madness beggining”, advirtió, para comenzar con “Bark at the Moon”.
“¿Cómo que se retira? Se ve entero”, le dijo un tipo a su pareja. Y sí, Ozzy Osbourne inició energético. Levantando las manos para que el público le respondiera. Irradió alegría. Pero la energía rápido desapareció: a partir de la tercera canción de la noche (“I don’t know”) Ozzy fue inamovible del centro del escenario.
Pero qué más daba: si podía cantar “Mr. Crowley” de la forma en que la cantó, lo que hiciera con el cuerpo poco importaba.
Tres hits ochenteros, pero Ozzy Osbourne se fue más atrás: “Fairies Wear Boots”, primer tema de Black Sabbath de la noche, para después pasar lista a “Suicide Solution” y “Road Nowhere”.
Y luego.. la cruz que nunca se borró del escenario se envolvió en llamas: “Warpigs” y todo mundo tarareando/coreando el riff de Tony Iommi ejecutado por Zakk Wylde. Alucine con el que Ozzy Osbourne desapareció de escena para dejarle el show a sus músicos.
Eternos solos que impacientaron a parte del público que, para ese punto del show, comenzó a buscar la salida. Porque… muy virtuoso Wylde (que hasta con los dientes le rasgueó a la guitarra) y el resto de la banda, pero vamos, no son a los que la gente quería en el escenario, ¡queremos a Ozzy!
Ozzy Osbourne regresó con “Shot in the Dark”, con ese piano tan deliciosamente ochentero como el video de la canción. Tenía que ser, con cuatro décadas en solitario el de Sabbath evolucionó y se fue adaptando a sus tiempos. Y sus fans a su música, aplaudiendo casi con la misma intensidad Ia dulce power ballad “Mama, I’m coming home”, así como la delirante y frenética “Crazy Train”.
Al terminar esta última fue el primer y único “encore” del show… que no duró ni 10 segundos, porque rápidamente Ozzy y compañía ejecutaron, precisamente, “Mama…”
Y la gente, aunque aplaudiendo y coreando las canciones en el camino, seguía saliendo. ¿Será que hay la seguridad de que ésta no fue la despedida definitiva?
Por si las dudas, los muchos que se quedaron sacaron la reserva de energía para frenéticamente seguir las notas del gran cierre. No podía ser otra., ¿cuál más? “Paranoid” y la misa terminó. La gente pudo ir en paz.
El setlist de Ozzy Osbourne en México 2018
Bark At The Moon
Mr. Crowley
I don’t know
Fairies wear boots
Suicide Solution
Road to nowhere
Warpigs
Shot in the Dark
I don’t want to change the world
Crazy Train
Mama I’m coming home
Paranoid
