The War on Drugs es una banda que debería prescindir de una introducción, pero ya que su nombre sigue siendo relativamente desconocido, haremos un breve recorrido de su trayectoria. No te pierdas.

Esta historia comienza con Kurt Vile, un joven músico de Filadelfia que en su juventud escribía canciones y grababa sus casettes sin una visión clara del destino que quería ni del rumbo que debería tomar. Era (y siempre ha sido) un slacker que se dedicaba a lo suyo y que se dejaba llevar por la marea del tiempo. Hace diez años, Vile tuvo la fortuna de toparse en una fiesta a un sujeto proveniente de la otra costa del país y que justo acababa de mudarse a Filadelfia. Aquel sujeto se hacía llamar Adam Granduciel, y esa relación pronto se convirtió en una fuerte amistad al descubrir los gustos que tenían en común, como su pasión por las canciones de Bob Dylan.

Por un par de años, Vile y Granduciel se ayudaron mutuamente en sus proyectos hasta que en 2005, el dúo contaba con suficiente material para empezar una banda de manera formal y tocar en vivo. Esa banda fue bautizada como The War on Drugs y ya en su primera alineación estable contaban con Granduciel en la guitarra y teclados, Vile en la guitarra, Kyle Lloyd en batería y percusiones, Dave Hartley en el bajo, y Charlie Hall en el órgano. Los dos fundadores de la banda se repartían en los vocales.

Después de meses de trabajo y esfuerzo, The War on Drugs logró lanzar su primer EP en 2007, Barrel of Batteries, seguido un año después por su primer álbum de larga duración, Wagonwheel Blues. La banda se había ganado varios seguidores en la escena local, reseñas favorables que los comparaba a una mezcla de Dylan y Sonic Youth, y un contrato con el sello indie, Secretly Canadian. Sin embargo, The War on Drugs siempre fue concebido como el proyecto de Granduciel, mientras que Vile lo ayudaba en el estudio. Ese mismo año, Vile lanzó su primer álbum solista, Constant Hitmaker, y Granduciel le devolvió el favor a su amigo al formar parte de su banda de apoyo en las giras, The Violators.

Ya en los primeros pasos de sus respectivas trayectorias, Kurt Vile dejó la alineación de The War on Drugs para enfocarse en lo suyo, pero siempre existió una relación amistosa entre los dos músicos que permitiría que cada uno pudiera colaborar en el proyecto del otro. Granduciel produjo los siguientes tres discos de Vile y éste tocó la guitarra en algunos temas de Slave Ambient, el segundo álbum de The War on Drugs. No fue sino hasta 2013 con Wakin on a Pretty Daze que Granduciel terminó su relación artística con Vile. Por su parte, el nombre de Vile está ausente en los créditos de Lost in the Dream, el disco que “la guerra” estrenó hace un mes. Actualmente The War on Drugs está integrado por Granduciel, Hartley, Robbie Bennett en las teclas y Pat Berkery en la batería.

Adam Granduciel todavía admira el trabajo de Vile y no tiene más que cosas buenas que decir sobre Wakin on a Pretty Daze. En una entrevista telefónica con Sopitas.com, el guitarrista dijo, “¡Me encantó! ¡Me encantó!”, y elabora, “Mi canción favorita es ‘Pure Pain’. También me gusta mucho ‘Was All Talk’ y ‘Goldtone’, la última canción en el disco. Todo el disco, de hecho. Creo es que es hermoso.”

Pero eso fue el año pasado y este 2014 le pertenece a The War on Drugs. El 17 de marzo lanzaron su tercer álbum de estudio, Lost in the Dream, un disco EXCELENTE que se ha ganado buenas críticas y que fácilmente podría colocarse en las listas de fin de año aunque todavía falten muchos meses para pensar en eso. También acompañaron el estreno con el video del primer sencillo “Red Eyes” que puedes ver arriba. “¡Fue divertido! El formato del video musical no ha evolucionado mucho en los últimos 30 años. No queríamos cambiar las cosas, ni hacer algo demasiado serio. Es un video con un poco de sentido del humor. Creo que eso es importante, que el video fuera divertido y no buscarle más.”

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Lost in the Dream es el disco que más éxito ha tenido en su historia y siempre es un enorme placer ver que todo el esfuerzo finalmente rinda sus frutos para una banda que lleva años manteniendo una línea constante de calidad. Mucha gente ha salido encantada con esa música que nos remite al Bruce Springsteen de “Dancing in the Dark” y “My Hometown”, en el que una voz masculina y un poco rasposa reluce sobre teclados ochenteros y guitarras que conservan una familiaridad nocturna. No importa que las canciones duren siete u ocho minutos. Aunque se siente halagado por escuchar su nombre en la misma línea que “The Boss”, Granduciel no piensa que esté tomando prestada unas melodías que podrían pertenecer a otra década.

“No para nada. Yo utilizo instrumentos diferentes a los que ellos utilizaban y mi forma de grabar es distinto a la forma que ellos tenían. Pero a mi me encantan estos artistas, Bruce Springsteen, Tom Petty… para ser bandas de guitarras, estas fueron de las primeras en incorporar teclados que llevaran la melodía. Uso algunas de sus técnicas, pero a final de cuentas, estoy haciendo la música que me gusta hacer.”

Cuando Granduciel era un chavito que aprendía a tocar la guitarra con canciones de Neil Young, se veía a sí mismo tocando este estilo de música. “Lo único que quería es ser como estas estrellas de rock, de la misma manera que ellos, en su juventud, querían ser Elvis.” Ahora un treintañero con mucha experiencia en la industria, no existe la necesidad de emular a sus ídolos, pero sigue siendo emocionante para él salir al escenario antes de empezar a tocar, anhela con venir a México por primera vez y Dylan sigue teniendo un altar en su mente. Por si alguien preguntaba (y le preguntamos) sus canciones favoritas son “Not Dark Yet”, “It’s All Over Now, Baby Blue”, “4th Time Around” y “Tangled Up in Blue”.

T:@ST

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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