A partir del 6 de noviembre, mucho se ha dicho sobre el hecho de que el Vive Latino, para su edición de 20 aniversario, no “echó la casa por la ventana”, pues a diferencia de años anteriores, digamos que ahora no “invirtió” en lo que serían bandas extranjeras como parte de su set de headliners fuertes. Ahora bien, desde hace casi 20 años, este festival se ha consolidado como uno de los principales eventos mexicanos que expone talento de habla hispana y que por lo mismo, ha servido de trampolín para muchos artistas y agrupaciones. Parte de la audiencia está molesta, eso es evidente y los precios, hasta ahora, han sido comparados con lo que ofrecen festivales como Corona Capital. Sin embargo, vale la pena analizar a fondo no solo la historia del Vive Latino mismo, sino de todas las bandas que hasta el momento, son la carta fuerte de éste y que dependiendo del contexto generacional en el que se desarrollaron, tienen un gran peso.

Un poco de historia…

La primera edición del Vive Latino se llevó a cabo en 1998. Desde entonces se colocó como el festival que a pesar de que en 1999 y 2002 no se llevó a cabo, en todas sus ediciones ha ofrecido rock. En aquel entonces, cuando surgió, su precio era casi la milésima parte de lo que ahora cuesta, no había policías que revisaran las pertenencias o a los asistentes mismos, todo era completamente distinto y hasta nuestros padres mismos fueron para ver a una que otra banda. Hace casi dos décadas, el Vive se presentó como “el primer festival Iberoamericano de rock”, y no se equivocó, pues entre sus filas tenía a Café Tacvba, Molotov, Maldita Vecindad, Control Machete, El Tri, La Lupita, Aterciopelados, Santa Sabina, Julieta Venegas, El Gran sIlencio, Esquizitos, Salón Victoria, La Gusana Ciega, Ely Guerra, La Ley, por mencionar tan solo algunos.

Todos ellos, en su momento, figuraron como pioneros dentro de su género musical. Tan solo recordemos a la La Ley o cuando los Tacvbos ya tenían un disco titulado Avalancha de Éxitos, una serie de rolas que no tenían reconocimiento pero que lo lanzaron como un “compilado” irónico. En él incluían rolas como “Chilanga Banda”, “No me comprendes”, “Alármala de tos”, “Ojalá que llueva café” o bien, “Cómo te extraño mi amor”.

Molotov por su parte ya perfilaba para ser una de las bandas que expondría de una manera sarcástica e hilarante la situación social mexicana pues, no por ser niños Ibero dejarían de exponer sus pensamientos al mundo y que éste, de alguna manera, les fuera recíproco cantando al unísono todas y cada una de las rolas de ¿Y dónde jugarán las niñas?, uno de los discos de bandas mexas por excelencia que hasta la fecha, es recordado como uno de los mejores.

A pesar de que Alex Lora, por muy “viejo ridículo” que sea para algunos, en su momento junto a El Tri, se convirtió en el principal exponente del rock mexicano. Con una carrera que inició antes de los 80, pero que tuvo la atención del público gracias al famoso festival de Avándaro, Alex Lora se fue abriendo camino para así forjar una base de seguidores que más tarde le darían continuidad a su proyecto como El Tri, un nombre que los fans lo llamaban de manera coloquial y que finalmente se quedó para reemplazar a Three Souls In My Mind. En los 90, la banda viajó a Los Ángeles para grabar su primer disco (Una leyenda viva llamada El Tri), y para el momento en el que formaron parte del Vive Latino, ya tenían detrás una trayectoria de ni más ni menos que 25 años.

Y hablando de los ayeres… ¿a alguien se le hace conocido el nombre de Javier Bátiz? ¿No? Bueno, el Brujo fue el maestro de Santana durante muchos años… así que verlos en un mismo festival, y con la esperanza de que puedan compartir escenario, sería algo más que épico para la historia del Vive Latino.

Las primeras bandas que cantaban en inglés

La lista podría seguir con artistas como Bunbury, Caifanes, Fobia, Intocable, Los Tres o Santana. Todos ellos se transformaron, cambiaron sus nombres, se renovaron dentro de su música y sobre todo, formaron parte de la gran oleada de rock que hubo en México en los 90 y principios del 2000.

Sin embargo, fue en el 2000 cuando The Wailers se presentaron como “protagonistas”, para después en 2004 traer a The Mars Volta e Ill Nino y en 2005 a Desmond Dekker y los Skatalites. Para 2007 llegaron The Magic Numbers, que con todo y su primera vez en nuestro país como parte de un cartel con una oferta de música en español tan amplia como lo era el Vive Latino, tuvo un buen recibimiento para lo que sería la octava edición del festival y que en ese entonces contó con Cerati, Columpio Asesino, Cuarteto De Nos, Pastilla, Porter, Quiero Club, Cafe Tacvba, Chetes, Chikita Violenta, Jumbo, Kinky, Los Dynamite, Volován y Zoé.

Para el siguiente año, en 2008, el Vive siguió cambiando de fechas que fueron pasando desde marzo, hasta abril, mayo, noviembre y de vuelta a mayo, pero ahora enlistaba a Black Rebel Motorcycle Club y The Wailers. Al año siguiente continuó con Little Joy y Marky Ramone. En 2010 fueron Deftones y Empire of The Sun, 2011 The Chemical Brothers y The National pero, no fue sino hasta 2012, tras el éxito de la presentación de la dupla británica, que las apuestas del Vive Latino comenzaron a ser en las bandas en inglés y no en español.

He ahí el hecho de que ese año el festival rompiera con su ya larga tradición de dos días de música y lo pasara a tres con el añadido de TV On The Radio, Foster The People, Kasabian, Fatboy Slim y The Horrors. Ni qué decir del de 2013, cuando trajeron a Blur, Morrissey -que canceló-, Silversun Pickups, Tame Impala, Underworld y los Yeah Yeah Yeahs -esta sería la última vez que la agrupación liderada por Karen O se presentaría en México-.

Luego las apuestas fueron incrementando con Nine Inch Nails -que ahora están de regreso después de cuatro años para el Corona Capital-, Arcade Fire, Cut Copy, The Polyphonic Spree, Primal Scream y Placebo. Entonces, ya con 2013 y 2014 con pocas bandas en inglés, pero muy, muy fuertes en su momento, el Vive Latino comenzó a hacerle competencia, por así decirlo, a otros festivales que se llevaban a cabo en México como el Corona Capital, cuya apuesta, desde un principio, fue traer a bandas extranjeras de alto calibre.

Y entonces, ¿dónde queda la esencia del Vive Latino?

Aquí es importante mencionar algo, y eso es que durante años el Vive Latino repitió su fórmula de tener entre sus filas a bandas iberoamericanas. Se encargó de traer agrupaciones de España, Portugal, y de toda América Latina. También fue el escenario en el que agrupaciones y artistas encontraron una casa, un lugar dónde abrirse camino y al cual regresar siempre que tuvieran oportunidad. Es más, ¿se acuerdan cuando el Vive Latino llegó a Chile?

Este festival, ha sido pionero dentro de todos los festivales en México y eso es algo que se debe reconocer. A pesar de que las bandas han cambiado, de que ya no son las mismas que aquellas que comenzamos a escuchar hace años, es importante recordar que el Vive nos las presentó -por así decirlo-, y además se encargó de traer agrupaciones que jamás imaginamos que vendrían a México -como The Magic Numbers, Black Rebel, o Blur en su momento-, y eso se aplaude también.

Hoy, para su 20 aniversario, este festival de música Iberoamericana, decidió no perder su esencia. Decidió homenajear a aquellas bandas y artistas que durante dos décadas ofrecieron su apoyo, su voz y talento al formar parte de varias de sus ediciones. Asimismo, con su line up, hace tributo a aquellos que ya cuentan con una larga trayectoria como Santana o Los Tres, a esos como Café Tacvba (cuyo éxito “Déjate Caer” en realidad es un cover a Los Tres) que tal vez en México ya no tienen el reconocimiento que se merecen, pero en el extranjero abarrotan venues y sus shows son sold out.

Posiblemente en todos estos años la música en español haya tenido una decadencia, de eso no hay duda, pero hay algo que es digno de destacar y eso es que la mayoría de los que hoy conforman parte del line up del Vive Latino, al menos los que cantan en español, se han mantenido en un camino cambiante, son leyendas dentro de su género y, el añadido de las bandas en inglés, probablemente fue un recordatorio para todos aquellos que no crecieron con la música en español y que hasta cierto punto, se han vuelto malinchistas o bien, para hacer notar la diferencia entre un festival “de puritito rock” -como lo vendía en su primera edición- a otro cuya apuesta son bandas en inglés como lo es el Corona Capital. Ninguno de ellos es “competencia”, pues su público es distinto.

El Vive únicamente nos ha ofrecido variedad y nostalgia. No más. Pongamos sobre la mesa que muchos de los artistas invitados, están cumpliendo décadas de existencia, entre ellos, Café Tacvba (30 aniversario), El Tri (50 aniversario), La Castañeda (30 aniversario), Santa Sabina (30 aniversario y homenaje a Rita Guerrero), La Orquesta de Pérez Prado (festejando 102 años de vida), Fobia (30 aniversario), Rastrillos (25 aniversario). La  lista podría seguir, sin embargo, es importante destacar que la cultura iberoamericana tiene mucho para dar, tiene una gran historia y, si hay muchos extranjeros que reconocen la riqueza de lo que tenemos, ¿por qué nosotros no?

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