Desde que se anunció la primera edición de Radiobosque, los amantes de la música en vivo no ocultaron los ánimos por ir a pasar un Día de Muertos al bosque lleno de vibras de fiesta y mucha música electrónica. Con un cartel con Hot Chip, Underworld, The Blaze, Monolink, Roderic y de última hora Rhye, se volvió prácticamente imposible apegarse al plan de ahorrar para diciembre.

Dependiendo del punto de la ciudad en el que te encontraras (si es que llegaste desde la cdmx), el Deportivo Tepotzotlán se ubicaba entre una y dos horas de tu locación contando esa muy importante parada en el Oxxo para comprar hidratantes (guiño, guiño). Si bien la llegada no fue nada complicada, sí había que andar atentos al navegador para asegurar que no te estabas yendo a Coyotepec o a algún pueblo vecino.

Foto: Stephania Carmona

Ante un pequeño grupo de tempraneros, Mild Orange salió a dar un set lleno de buena vibra acompañado de guitarras suaves. Por momentos el frío del día nublado se olvidó y los pies se empezaron a mover por primera vez. El disco no se hizo esperar e inmediatamente salió Mr Twin Sisters para convertir el pasto del escenario principal en un completo lodazal. Sin embargo la gente empezó a agarrar la fiesta como lo tenía planeado desde hace un par de meses.

Mild Orange. Foto: Stephania Carmona

Mientras la temperatura bajaba al ritmo del sol, Rhye salió a tocar un set tranquilo y melancólico. Un gran soul pop electrónico inundó las mentes de todos los que se dieron cita en el escenario principal para ver a Mike Milosh rifarse “Open”. A la par que su set de una hora se desenvolvía y que sus rolas se revelaban ante nosotros para hacer bailar y cantar a todos los presentes, una cosa más estaba por llegar: la noche. Nunca antes una puesta de sol había hecho que un festival cobrara tanta vida. Fue hasta que la oscuridad se hizo presente, que la verdadera mística de Radiobosque se mostró por primera vez.

Rhye. Foto: Stephania Carmona

Unos minutos más tarde de la presentación de Rhye, Roderic se adueñó de la carpa Budweiser para transportar a su gente a una lugar donde las percusiones son melodías y se te meten forzosamente en el cuerpo y en el alma. El regio logró con sus beats, que las capas de ropa para protegernos del frío se convirtieran en un estorbo. Cada rola sacaba una capa hasta que no quedó nada más que ganas de mover el cuerpo y de entregarse por completo a la fiesta.

Inmediatamente después, una parada obligada era The Blaze, que aunque traía Dj Set, se rifó una excelente hora de mucho house. Para esta hora moverse o bailar significaba perder los tenis (a menos que hayas sido de los visionarios con buena bota), sin embargo, y tengo que decirlo, a absolutamente a nadie le importó.

El regreso de la banda británica Hot Chip, sin duda fue uno de los highlights de la noche. Alexis Taylor y compañía salieron a las 9:40 p.m. para regalarle a sus fans una noche llena de canciones conocidas como “Boy From School”, “I Feel Better”, “Ready For The Floor”, así como nuevas rolas como “Melody of Love” y “Hungry Child”. Todas prendieron al público, sin excepción.

Aunque no fueron muy expresivos con las palabras, la energía que los tipos de Hot Chip derrochaban en el escenario eran más que suficientes para que la audiencia mexicana sintiera su cálido regreso, el cual estuvo acompañado de mucho baile y luces de estrobo. El único pero que puedo ponerle a esa presentación fue el tiempo de duración, porque de ahí en fuera los británicos cumplieron con el lugar de headliners que Radiobosque les otorgó por poquito más de una hora.

Foto: Stephania Carmona

En punto de las 11:10pm, llegó el momento que muchos esperaron no solamente durante el día, sino desde hace varios años. Underworld, el dúo británico conformado por Karl Hyde y Rick Smith se subió al escenario para presentar su más reciente material discográfico DRIFT Series 1, el cual vio su último lanzamiento un día antes de Radiobosque, junto con los éxitos como “King of Snake”, “Two Months Off”y “Born Slippy” que todo amante de la música electrónica disfruta.

El escenario Mayan Warrior, uno de los cuatro que se armó Radiobosque, vivió su mejor momento con la presentación de Monolink. El alemán Steffen Linck apoyado por un juego de lazers espectacular, y una torre de luz que tocaba las nubes, se rifó un set que puso a bailar hasta a los más cansados. Las vibraciones de su hipnótico bajo, sus guitarras melódicas, y sus beats progresivos, armaron un set bastante bueno para los que no querían dejar de mover el cuerpo a las 3 de la mañana.

Foto: Stephania Carmona

Ante unos pocos pero muy enfiestados asistentes, Mira B2B Chris Schwarzwälder terminó por cerrar un Día de Muertos redondo. A pesar de ser su primera edición y que la lluvia se hizo presente brevemente para encharcar todo el deportivo, Radiobosque demostró que es un buen festival. La organización fue buena, los escenarios estuvieron muy bien montados, el sonido fue impecable aunque por momentos un poco bajo y la curaduría sin duda fue lo mejor.

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