¿De qué sirve el periodismo musical?

El término en sí nos brinca como una paradoja. Escribir sobre música. ¿Qué es eso?

“La prensa del espectáculo”, esa carroña que se mira con desprecio tanto por el talento como por los mismos lectores, pero que al mismo tiempo resulta inseparable del proceso de comunicación entre el artista y su seguidor. ¿Será que finalmente podamos prescindir de este intermediario en la era de la información digital?

A lo largo de su existencia en la historia moderna de la cultura pop, la percepción del periodismo musical ha flotado entre dos visiones distintas. Desde el punto de vista cínico, la prensa no es más que una maquinaria publicitaria al servicio de las disqueras cuya única función consiste en promover a sus artistas, o mejor dicho, vender discos. En el polo opuesto, se encuentra la visión de una plataforma con múltiples funciones: la recomendación de músicos que gozan de un alto mérito artístico, la evaluación crítica de la obra de un artista, o los análisis y reportajes que le abren una puerta al lector, curioso por seguir los pasos de sus estrellas favoritas.

El periodismo musical tiene como primer objetivo lo mismo que cualquier otra rama del periodismo: Informar. Aquí el viejo dilema del editor es el siguiente: Informar rápido vs. informar bien.

YouTube video

“Informar rápido” tiene sus ventajas, especialmente en el imperio de Twitter donde toda novedad que tiene más de media hora ya pasó su fecha de caducidad. La idea de “ganar la nota” tiene como fundamento el hecho de que el primero en reportar, digamos, el concierto de los Arctic Monkeys en el Palacio de los Deportes, será el que se lleve el mayor número de visitas. Recuerda que una de las tantas ventajas que tienen los sitios de Internet contra los medios impresos es que a tí, como lector, no te cuesta ningún centavo (en la gran mayoría de los casos) darle click y entrar a leer una noticia.

Sin embargo, los blogs de música no se mantienen en linea de un mes para otro por la mera gracia de una fuerza divina que permite que todo en Internet sea gratis. Al contrario, es bastante costoso el mantenimiento de los servidores que hacen que puedas leer y escuchar sobre el nuevo disco de Belle & Sebastian o el primer sencillo de The Prodigy (¡a partir de mañana!). Los blogs cuentan con escasas fuentes de ingreso, pero la que más peso tiene es la publicidad. El número visitas al mes es uno de los mejores ganchos que tiene un sitio para vender espacio a clientes potenciales, por lo que un sitio se ve en la necesidad de recurrir a las técnicas más efectivas para atraer una audiencia numerosa. Ganar la carrera de la información es una vieja regla del periodismo capitalista que le permite a un medio lucrar con la novedad y mantener a su lector informado de manera puntual. A diferencia de generaciones anteriores, con sus ediciones matutinas y vespertinas, en la actualidad, la carrera del BREAKING NEWS se gana por cuestión de segundos.

“Informar bien” es el aspecto del periodismo musical que suele ser sacrificado en las prisas por ganar la nota. Los blogs tienen la ventaja de que una nota puede ser revisada, editada y corregida segundos después de que salga la publicación. Cuando un medio impreso publica una nota con algún error, lo único que puede hacer la revista es publicar una fe de erratas en la edición posterior. Pero eso no quiere decir que los blogs puedan tomarse la libertad de publicar cualquier rumor o cualquier tuit, y darlo por hecho sin cumplir una tarea mínima de investigación. Todo periodista debe atenerse a un criterio editorial que ponga la verdad sobre todas las cosas porque sin éste, la credibilidad de un medio se va por los suelos. Si no hay credibilidad no hay confianza entre un lector y un medio. Y si no hay confianza, nadie te lee. Así de simple.

La idea de que un periodista musical siga un código de ética profesional puede parecer algo ridículo en estos días, especialmente cuando existen medios como TMZ que representan la evolución post-apocalíptica de los viejos tabloides amarillistas. ¿Qué tanta ética puede tener un reportero de la farándula o un paparazzi que cazan a las estrellas con sus cámaras? Gracias a estos sujetos, la sociedad percibe a la prensa del espectáculo como frívola, escandalosa, sensacionalista e inhumana. Lo triste es que mientras haya lectores que prefieran leer sobre las últimas hazañas de Kim y Kanye, las locuras de Miley o los berrinches de Justin, los editores van a seguir valorando la sed de morbo por encima del periodismo serio.

YouTube video

Hay un aspecto del periodismo musical que no debe seguir existiendo en el siglo XXI: Las revistas. Por muchas memorias que todavía atesoramos de hojear en nuestra adolescencia revistas como Rolling Stone, Spin, NME, o Melody Maker, el concepto de seguir informando al público por esa vía es simplemente anacrónico. La revolución informática se ha estado encargando de mandar a cerrar las ediciones impresas de varias revistas, obligando a sus editores a mudarse por completo a los medios electrónicos. Así como varias prácticas de la industria musical propias del siglo pasado, el modelo de un medio impreso simplemente ya no es rentable. ¿Para qué leer sobre el estreno del nuevo disco de una banda cuando puedes escuchar ese mismo disco en un blog, directo de Soundcloud?

Los pocos defensores que quedan podrán decir que las revistas se atienen a un código de ética más estricto, sus reportajes son más profundos, y sus fotografías son de mejor calidad, pero todo eso ya lo puedes encontrar en los sitios electrónicos. Es cuestión de tiempo para que los blogs terminen de borrar esa etiqueta de “amateurs” que los ha perseguido desde su creación hace dos décadas, pero hoy podemos asumir que todos los escritores, reporteros, freelancers y editores que alguna vez trabajaron para un periódico o una revista de música (y que incluso llegaron a desdeñar a los blogs) ya dieron el brinco y se han adaptado a las reglas de los medios electrónicos. Esto ha sido un enorme beneficio: si los blogs ahora reflejan el criterio editorial y profesional de su competencia impresa de antaño y lo combinan con su versatilidad y rapidez para divulgar una noticia, entonces podemos seguir adelante con lo mejor de dos mundos ¿o no?

Bueno, la verdad es que sí nos quedamos con algo de eso, pero ahora debemos lidiar con un bombardeo de información que la gente ya no sabe ni qué escuchar. A mi parecer, el mejor consejo nunca ha cambiado y, con todos los avances tecnológicos de la actualidad, permanece vigente:

“Thou shalt think for yourselves.”

T: @ShyTurista

YouTube video

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook