¿Alguna vez te has preguntado cómo suena el COVID-19? Nosotros tampoco, pero extrañamente ya tenemos la respuesta… En un nuevo trabajo de investigación, un científico estadounidense ha creado una representación musical del coronavirus. Y no, no salió la “Cumbia del Coronavirus”.
La canción fue creada por Markus J. Buehler, un profesor de ingeniería de McAfee en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y también compositor de música experimental, clásica y electrónica. Así que complementando sus pasiones, hoy le comparte al mundo algo verdaderamente inusual.
Llegando a su página de Soundcloud el mes pasado, Buehler compartió la canción titulada “Contrapunto Viral de la Proteína de la Espiga del Coronavirus”. Un nombre tan raro como la canción misma, que algunas personas y medios como NME la ha comparado con sonidos como el de Four Tet y Bjork. En la descripción de la canción, Buehler explica un poco cómo pudo darle sonido a este virus:
“Si bien no podemos ver pequeños objetos nanoscópicos como proteínas u otras moléculas que componen prácticamente toda la materia viva, incluidas nuestras células, tejidos y patógenos como los virus, nuestro algoritmo computacional nos permite hacer que su manifestación material sea audible. Esta pieza es una representación musical de la secuencia de aminoácidos y la estructura de la proteína espiga del patógeno de COVID-19″.
Para que lo entiendan un poco mejor (o menos peor) lo que hizo Markus J. Buehler fue reunir un koto japonés de 13 cuerdas, campanas y flautas, y a partir de ahí, el movimiento de cada aminoácido fue representado por una nota diferente. Mientras tanto, la vibración molecular está representada por melodías cambiantes que representan la geometría jerárquica de la proteína. Es decir, su movimiento y vibraciones se unieron a notas y progresiones que dieron como resultado la ¿relajante? ¿siniestra? canción de casi dos horas “Contrapunto Viral de la Proteína de la Espiga del Coronavirus”.
Como una interesante reflexión, el ingeniero/músico finalizó diciendo: “Este arte musical nos enseña algo sobre la delgada línea entre la belleza de la vida y la muerte como un polo opuesto. A medida que escuche la proteína, encontrará que el diseño intrincado produce sonidos increíblemente interesantes y realmente agradables y relajantes”. Aquí les dejamos la rola para que se relajen al ritmo del coronavirus: