STEVEN WILSON

Martes, 14 de mayo
Teatro Metropólitan
México, DF

EL CONCIERTO:

Steven Wilson se presentó por segunda vez en la Ciudad de México con su proyecto solista para ofrecer un concierto en su lugar favorito, el Teatro Metropólitan, mismo foro donde ha tocado con Porcupine Tree en otras dos ocasiones. La Ciudad de México fue su primera escala en la gira latinoamericana de su más reciente álbum, The Raven that Refused to Sing. De izquierda a derecha en el escenario: Nick Beggs en el bajo, Chapman Stick y vocales; Chad Wackerman en la batería; Steven Wilson en los vocales, guitarras, teclado y bajo; Adam Holzman en los teclados; Theo Travis en la flauta, sax y clarinete; Guthrie Govan en la guitarra. Aparte del juego de luces, en el telón de fondo se proyectaban películas e imágenes según el tono de la canción. En el intermedio bajaron una cortina sobre el escenario, pero era de una tela tan fina que podía servir como fondo de proyección y al mismo tiempo veías lo que ocurría detrás de ella. El recinto llegó al 100% de su capacidad.

SETLIST:

1. Luminol
2. Drive Home
3. The Pin Drop
4. Postcard
5. The Holy Drinker
6. Deform to Form a Star
7. The Watchmaker
8. Index
9. Insurgentes
10. Harmony Korine
11. No Part of Me
12. Raider II
13. The Raven That Refused to Sing

ENCORE:
14. Radioactive Toy

OPINIÓN:

Steven Wilson superó las expectativas que él mismo se puso con el espectacular concierto del año pasado. Claro, la banda volvió a tocar la mitad del setlist del 2012, pero al cambiar la secuencia de las canciones y añadir los temas de su tercer álbum, el prolífico artista británico le brindó un ambiente distinto. A lo largo de las dos horas, nunca tuve un sentimiento de Dejá vu, lo cual suele ocurrir cuando sientes la monotonía de ver un show repetido. Incluso cuando bajaron la manta -algo que hicieron el año pasado- esta vez tocaron una canción diferente y con nuevos visuales (“The Watchmaker”).

El concierto arrancó con “Luminol”, quizás su rola más progresiva al viejo estilo de YES o Emerson, Lake & Palmer con sus cambios de tempo, los solos de guitarra de Guthrie Govan y Steven corriendo descalzo de un lado al otro del escenario, dando direcciones a sus músicos. De inmediato destacaron los instrumentos de viento empleados por Theo Travis, el cual le añadían un toque jazzero para prevenir que todo el montaje se inclinará hacia el rock pesado. El siguiente tema siguió el orden del nuevo disco con “Drive Home”, el cual podría ser denominado como el “hit popular” de Raven.

A lo largo del concierto, la banda tocó con excelente precisión las largas composiciones que conforman tanto el nuevo álbum como la mitad del segundo disco, Grace for Drowning. Por otro lado, Insurgentes quedó un poco en el olvido. Los únicos temas rescatados de su debut solista fue el tema titular -con una dedicación especial a la Ciudad de México que Steven no olvidó mencionar- y quizás su canción más conocida por el fan casual, “Harmony Korine”. Pero los temas que resaltaron en este tramo fueron “The Watchmaker” con sus visuales Buñuelescos, “Index” donde Wilson pudo soltarse y actuar tan loco como él sabe hacerlo y el ya mencionado “Harmony Korine”.

Mención aparte para el increíble Chapman Stick que Nick Beggs tocó en “The Holy Drinker” y otros temas. Amo ese instrumento rompe madres que Beggs podría emplear para jugar “Game of Thrones” pero prefirió usarlo para tocar basslines destructoras. No es de todos los días ver a alguien tocar ese hermoso instrumento.

Y por supuesto, el épico “Raider II”, el cual es un concierto por sí sólo. Antes de tocar “Raider II”, Steven nos aclaró que la banda estaba tocando con equipo rentado y a su manera, nos pidió disculpas por eso. –I fucking hate Marshall amplifiers-. Cada quien sus preferencias. Después de jugar con la potencia de su Marshall en la guitarra eléctrica, Steven Wilson le rogó cordialmente a su público que se abstuviera de cualquier tipo de participación durante los lapsos silenciosos de “Raider”… ¡Y LO LOGRÓ! Ningún “woo”, ningún aplauso, ningún payaso diciendo “I love you”. Mis respetos a Wilson por persuadir a tres mil o cuatro mil personas para que se callaran.

La banda concluyó de manera formal el set con el tema titular, “The Raven that Refused to Sing”, mientras en el fondo se proyectaba el video animado del viejo y su cuervo enjaulado. Una canción que pasó en un abrir y cerrar de ojos en contraste a “Raider II” (por supuesto, estoy exagerando). Al termino del tema, la banda dejó sus instrumentos y abandonó el escenario. ¿Qué esperar en el encore?

Steven es notorio por rehusarse a tocar material de sus otros miles de proyectos bajo aquel viejo pretexto que en este caso dice, “el nombre en el boleto que pagaste dice Steven Wilson. No dice ni Blackfield, ni Porcupine Tree, ni Storm Corrosion, ni yada yada yada…”. Es una mentalidad que Steven comparte con muchos otros artistas que graban su música bajo diferentes aliases. Quizás sea algo arrogante pero el artista está en su derecho. Sin embargo, en la gira actual, Steven Wilson nos concedió el gusto de hacer un “cover” de Porcupine Tree bajo la justificación de que sus primeros discos con PT son, de hecho, producciones solistas. Como él toca todos los instrumentos y escribe las letras, pues si. Así es. Lástima que no aplica la misma regla con más canciones, pero bueno, “Radioactive Toy” cuenta por tres.

Y ese fue el encore, y además, el peso adicional que hizo que se inclinara la balanza en favor de esta presentación sobre la del ’12.

DURACIÓN: 2 horas y 15 minutos
RESEÑA: @Shy (shy@sopitas.com)
ALAN PARSONS: El ingeniero de audio en el nuevo álbum de Steven se presenta hoy en El Plaza Condesa. Doble combo para los fans del prog.

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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