Entre tantas bandas emergentes con las que el Reino Unido trata de entretenernos cada año, aquellos que aún le ven futuro a la “música de guitarras” han optado por entrar a una etapa más heavy al fusionar la frescura del indie rock con algunos arreglos de happy punk, donde encontramos nombres como Circa Waves y Catfish and the Bottlemen. Aunque por otra parte tenemos a Royal Blood que con un bajo y unas percusiones se arriesgaron a ir directo a lo pesado, triunfando de inmediato al destacar de la suavidad de los sintetizadores.

Claro que este es un sonido mucho más comercial que les ha facilitado aparecer en varios festivales internacionales, aunque desde 2015 la BBC logró colar entre su listado de promesas de ese año a una banda llamada Slaves. Ese “negrito en el arroz” destacó por adaptar la esencia salvaje e indomable de la vieja escuela punk, fusionada con garage y ligeros tintes de blues que convergen en un proyecto lleno de ira únicamente integrado por Laurie Vincent –guitarra, bajo y voz– e Isaac Holman –batería y vocales– que comenzó en algún punto del 2012.

En un principio este nombre les causó un par de problemas debido al significado de la palabra, y el contexto histórico detrás de la esclavitud que podría hacer un tanto racista que dos tipos de piel blanca se autonombraran “esclavos”. Esto orilló a The Fader a crear un artículo especial con la opinión de los integrantes, quienes aseguran que sólo trataban de captar la ira de su sonido inspirado en The Clash y demostrarnos que todos somos esclavos modernos de diferentes cosas (el trabajo, la rutina, etc).

 

 

Para Slaves ser punks no necesariamente implica la moda de mowhaks y chamarras con estoperoles, pues ellos creen que el movimiento se expresa a través de ideales y tratar de marcar una diferencia al no respetar las reglas impuestas en un salvaje llamado a revelarse según los instintos.

Si de influencias se trata en su primer trabajo, Are You Satisfied?, encontramos a dos integrantes de The Beastie Boys perdidos en el tiempo, juntando la ira de las rimas del hip hop con los imprudentes estallidos de guitarras usadas como conducto para escupir la verdad desde su propia perspectiva en “Cheer Up London”. Curiosamente durante las grabaciones de Take Control en 2016, el mismo Mike D se unió en una colaboración tras quedar impactado por su estilo, que estamos seguros que le recordó a sus buenos años en los escenarios con el encuentro de sus dignos sucesores.

Por otra parte también nos recuerdan a Arctic Monkeys en “The Hunter”, y nos han demostrado el amplio catálogo de músicos que los han inspirado en varias ocasiones. Un gran ejemplo lo tenemos con un cover a “Daft Punk Is Playing At My House” de LCD Soundsystem con una gran energía digna de interpretar el himno de James Murphy.

 

 

Una de esas bandas complejas pero a la vez simples, que logran engancharte desde las primeras notas. Difícilmente encontramos algo así hoy en día y tal vez por eso Kasabian decidió que podrían ser el telonero perfecto para esta gira (además de su debut en los escenarios mexicanos). No pueden quedar fuera del extraño mundo de Slaves, que cada vez se pone mejor y viene cargado con más furia en un estallido violento necesario para la música.

Entre sus canciones destacadas les recomendamos “The Hunter”, “Cheer Up London”, “Sockets”, “Hey”, “Take Control”, “Spit It Out” e “Hypnotised”. Aquí les dejamos sus dos álbumes donde podrán escucharlas.

 

 

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