El 27 de noviembre del año 2000, un grupo australiano llamado The Avalanches cimbró al mundo con su disco debut: Since I Left You. Su éxito creció como la espuma y se convirtió en uno de los primeros grandes discos del siglo 21, favorito tanto de los fans como de la crítica, en donde los sampleos y formato apelaban a la melancolía de los mixtapes, en una era en donde pocos artistas se atrevían a cruzar dicha frontera.

Estamos en el 2016 y el uso de sampleos es una práctica común, pero hace 16 años esta mezcla de temas y ritmos era una práctica hasta cierto punto innovadora, pero que sin lugar a dudas fue masterizada por The Avalanches, quienes utilizaron más de 3 mil 500 sampleos para las canciones de su primer disco.

El proceso fue más que artesanal. Olvídense de computadoras y programas sofisticados. En aquel entonces, Darren Seltmann y Robbie Chater, dedicaron horas y horas de su tiempo para grabarlos directamente desde sus vinilos para posteriormente utilizarlos -aunque fuera unos cuantos segundos- en cada una de sus canciones.

Era el año 2000, The Avalanches se encontraban en la cima del mundo, y después de una gira que les llevó a recorrer el planeta durante más de tres años, lo más lógico era la llegada de un segundo disco, un segundo disco que sin saberlo, tardó 16 años en materializarse, 16 años que sirvieron para darle un estatus de culto a su primer álbum, provocando que el misterio comenzara a rodear a The Avalanches como un colectivo de locos que parecía haber lanzado uno de los mejores discos de nuestra era, para después desaparecer, no sin antes abrir el camino para que artistas como Kanye West, M.I.A., Gnarls Barkley, Jamie xx y Disclosure se consolidaran como los fenómenos que son hoy en día, gracias los sampleos.

Tres lustros han pasado y para fortuna de la música, la realidad es que The Avalanches no desaparecieron por completo, sino que por más trillado que se lea, una serie de sucesos se fueron poniendo en el camino retrasando sistemáticamente el lanzamiento de este segundo disco: uno de los fundadores del grupo Robbie Chater, adquirió una enfermedad autoinmune que no le permitió grabar por cerca de tres años, mientras que el resto del colectivo se dedicó a proyectos individuales, entre los que destaca el musical de King Kong. En sus tiempos libres, comenzaron a acumular ritmos, sampleos y canciones, hasta tener cerca de 40 pistas en el camino.

Finalmente, Wildflower ha visto la luz, y la verdadera pregunta es, ¿por qué es relevante escuchar otro disco de The Avalanches 16 años después de su exitoso debut? Así como el mundo y los escuchas del grupo han cambiado a lo largo de ese tiempo, lo mismo pasó con The Avalanches. De los 8 integrantes que grabaron su disco debut, sólo tres se involucraron en este segundo álbum: Robbie Chater, Tony Di Blasi y James Dela Cruz, aunque de hecho los primeros dos, fueron los que en 1997 comenzaron con este proyecto.

Wildflower nos trae de regreso este maravilloso formato de mixtape, donde la mescolanza de cientos de sampleos y grabaciones originales se hacen presentes de nuevo, pero actualizado con otro elemento que se ha vuelto muy popular en nuestros tiempos: las colaboraciones en las vocales. En este caso, son tan acertadas al tener a gente como Danny Brown, Toro Y Moi, Father John Misty, Ariel Pink y más. Cada uno de los temas al igual que su antecesor, tienen como base varios sampleos, algo que también contribuyó al retraso del lanzamiento del disco, ya que debían de asegurarse los derechos de las canciones que utilizarían pero más importante, tenían que conseguir el dinero para pagarlos.

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Musical y líricamente hablando, The Avalanches retomaron canciones de los sesenta, rescatando el espíritu de la contracultura, psicodelia y anti sistema que existía en aquella época. De acuerdo con la propia banda, la idea es que este disco sea como un road trip por Australia, que “capture ese sentimiento de crecer, saltar al carro y comenzar a viajar en la carretera con un six pack directo hacia la maleza”. Y vaya que lo logra.

A diferencia de su antecesor, la influencia del hip hop es vasta a lo largo de Wildflower, y aunque en el papel sus 21 canciones parecerían excesivas, lo cierto es que en conjunto cumplen ese propósito de transportarnos a otro lugar, con la combinación de canciones, géneros y sampleos, que bien le podrían valer la etiqueta de ser “un disco conceptual”.

Muchos géneros, sentimientos, canciones y años. Wildflower es el resultado de esta ambiciosa combinación, que a diferencia de lo que se pudiera esperar con una mezcolanza “de cosas sin sentido”, el resultado es un álbum que parece que sólo con el paso de tiempo y aventuras pudo haberse grabado. Por todo ello, vale la pena escuchar el nuevo disco de The Avalanches. Indirectamente, 16 años después, son en gran parte responsables de cómo se hace música en la actualidad.

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