Sin duda, The Mars Volta es una de las bandas más imponentes que han surgido en los últimos años. Cuando aparecieron en la industria musical por ahí de 2001, sorprendieron a propios extraños con un sonido completamente único, donde mezclan el rock progresivo con ritmos latinos, jazz fusión, krautrock y hasta hard rock. Todo esto junto a sus explosivas presentaciones hicieron que muchos nombres grandes de la música se fijaran en ellos.

Pero aunque no lo crean, además de su propuesta, hay historias bastante curiosas que le han pasado a Cedric Bixler-Zavala y Omar Rodríguez-López y que hacen que el mito de esta banda crezca. Y quizá la más importante de todas fue lo que les ocurrió cuando estaban grabando su cuarto material discográfico, The Bedlam in Goliath.

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El extraño regalo que le dio Omar a Cedric

En 2006 y gracias a la enorme amistad que tienen con John Frusciante, The Mars Volta andaba de gira abriendo los conciertos de los Red Hot Chili Peppers. Sin embargo, aunque muchos consideren que en los camerinos arman unas fiestotas, en realidad era todo lo contrario, es por es que se pusieron a jugar con algo muy peculiar, una ouija… sí, lo leyeron bien,

Resulta que en esa época, Omar Rodríguez-López compró en una tienda de curiosidades un antiguo tablero de ouija en un viaje a Jerusalén. Este fue un regalo que le dio a Cedric Bixler-Zavala y que durante el tour con los Chili Peppers, se convirtió en su pasatiempo favorito, pues la usaban como una especie de ritual antes de subirse al escenario. Pero no sabían lo que estaba a punto de pasar.

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Alrededor de The Mars Volta comenzaron a pasar cosas muy essstrañas

De acuerdo con lo que The Mars Volta ha contado, de todo ese tiempo descifrando esa tabla apareció un espíritu al que llamaron ‘The Soothsayer’ (o ‘El adivino’), el cual les empezó a revelar historias, dar nombres y hasta hacer peticiones. Este ente supuestamente decía ser tres personas y una de ellas era ‘Goliath’. Con todo lo que les estaba pasando, los cuentos y personajes, empezaron a componer las canciones que incluirían en su siguiente material discográfico.

Sin embargo, mientras estaban en el estudio, empezaron a suceder cosas sumamente essstrañas. Para que se den una idea de lo que estamos hablando, el baterista, Blake Flemming dejó la banda a mitad de la gira por problemas económicos; a Cedric Bixler-Zavala lo operaron del pie por una herida que le provocaron los zapatos que usa normalmente, que lo llevó a aprender una vez más a caminar. Pero eso no fue todo lo que ocurrió alrededor de la agrupación.

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Toda esta experiencia tan rara dio como resultado el ‘The Bedlam in Goliath’

Muchas de las pistas de audio que The Mars Volta ya tenían grabadas desaparecían misteriosamente de las pantallas y para terminar de rematar, el estudio casero de Rodríguez-López se inunda después de sufrir diversos problemas eléctricos. Uno de los principales afectados por toda esta situación fue el primer ingeniero que trabajó con ellos en las sesiones de grabación, pues sufrió un colapso nervioso y debido a esto, renunció a seguir colaborando con la agrupación, dejando las rolas hechas un desastre.

Según el propio Omar Rodríguez-López, dicho ingeniero le dijo: “No voy a ayudarlos a grabar este álbum. Están tratando de hacer algo muy malo con él, están tratando de volverme loco a mí y a la gente”. Luego de estar a nada de regrabar todo desde el inicio, el guitarrista de la banda contactó a Robert Carranza, Lars Stalfors e Isaiah Abolin, quienes aceptaron a ayudarlos en el estudio y el resultado de todo esto fue The Bedlam in Goliath, su cuarto material discográfico que se publicó hasta 2008.

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Y a todo esto, ¿qué pasó con ‘The Soothsayer’ y la tabla de ouija?

Y quizá en este punto se estén preguntando, ¿qué pasó con ‘The Soothsayer’, o ‘Goliath’? Bueno, pues al mismo tiempo que Omar reclutó a los nuevos elementos que trabajaron en el álbum, tanto él como Cedric rompieron el tablero de ouija y lo enterraron en un lugar desconocido, en un intento de deshacerse del espíritu que los acechaba. Ambos juraron no revelar la ubicación de la tabla e incluso le pidieron a los miembros de The Mars Volta que no se volviera a hablar del tema.

Como verán, a pesar de que pasaron por una mala racha gracias a este ‘espíritu’ y alrededor de ellos sucedieron muchas cosas que a cualquiera le quitarían el sueño, no todo fue tan malo. Muchas de las cosas que el ente les dijo las tomaron para componer las rolas de The Bedlam in Goliath y no sabemos qué habrá sido de ‘Goliath’, pero quedó inmortalizado para siempre en una de las canciones y el título del álbum.

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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