Reseña y Fotos: THE VACCINES
Lunes, 3 de agosto
El Plaza Condesa
México, DF
EL CONCIERTO
The Vaccines se presentaron anoche por segunda vez en el año en la Ciudad de México, siempre encantados de tocar para una audiencia mexicana cada vez más grande, aunque visiblemente cansados cuando los entrevistamos unas horas antes del show (su itinerario los ha obligado a brincar de un continente a otro y a otro en las últimas semanas). La banda británica se encuentra de gira tras el lanzamiento de English Graffiti, su tercer álbum de estudio. De izquierda a derecha en el escenario: Timothy Lanham en teclados, guitarra, voces; Freddie Cowan en la guitarra y voces; Pete Robertson en la batería; Justin Young en los vocales y guitarra; Árni Árnason en el bajo. Un telón de fondo rojo adornaba el escenario.
SETLIST
1. Handsome
2. Wreckin’ Bar (Ra Ra Ra)
3. Ghost Town
4. Dream Lover
5. Wetsuit
6. Minimal Affection
7. Bad Mood
8. Blow It Up
9. 20/20
10. Melody Calling
11. (All Afternoon) In Love
12. Give Me a Sign
13. Post Break-Up Sex
14. Wolf Pack
15. Teenage Icon
16. I Always Knew
17. If You Wanna
18. All in White
ENCORE:
19. No Hope
20. Radio Bikini
21. Nørgaard
OPINIÓN
Justin Young y sus amigos se hicieron presentes de nueva cuenta por nuestros lares. No voy a hacer la broma aquella de pagar tenencia porque ya la hemos leído un centenar de veces, pero me parece que con 5 visitas de los Vaccines ya tenemos derecho a canjearlas por un Django Django. ¡Osh! Es una broma, no se indignen todavía, me gustan los Vaccines, y a decir verdad, me latió bastante su último disco, creo que English Graffiti ha sido su álbum más interesante en lo que va de su todavía breve trayectoria. La banda británica nos dio anoche el set completo de lo que nos tocó escuchar en el Vive Latino, con muchos temas favoritos de los primeros dos discos haciendo juego con las canciones del nuevo material. Su set lo abrieron con el pegajoso primer sencillo “Handsome”, seguida por una “oldie”, para luego interpretar “Dream Lover”, quizás su canción más cheaptrick-esca.
El público, ya saben, coreó a todo pulmón cada uno de los temas que interpretó la banda, porque claro, son canciones que se prestan para eso. En realidad solo basta que escuches una canción un par de veces para que te memorices aunque sea el coro, como en el caso de otro de sus nuevos temas, “Give Me a Sign”, quizás su canción más U2-esca. Es difícil comparar el nivel de euforia entre el público que estuvo presente en el José Cuervo Salón (QEPD) y el de anoche en el Plaza Condesa. Por un lado, la caja de zapatos que conocíamos como el Cuervo Salón contenía toda la energía de la fanatiza bajo su techo, y la banda se veía abrumada por toda esa fuerza que iba dirigida hacia ellos sin misericordia. En el Plaza, un foro que cuenta con una mejor acústiva (y ventilación) esa energía se puede disipar con más libertad en el espacio, permitiendo que los músicos hagan su trabajo sin tanta presión. Desde mi punto de vista, la banda se veía más relajada (un poco agotada también), y el público no se notaba tan necesitado de arrojarse contra las vallas de seguridad para tocar a Justin, como Cristo entre los leprosos.
Además de la dulce “Melody Calling”, me agradó mucho que tocaran en vivo “(All Afternoon) In Love”, quizás su canción más electriclightorchestraesca (y mi pista favorita en English Graffiti). El problema es que todo el encanto de la producción de Dave Fridmann se perdió en la transición al escenario. Digo, es una canción bonita que se aprecia mucho en el disco, pero en vivo, escuchar el bajo retumbando por todo el foro, mientras que las armonías del cantante se pierden entre los gritos de la gente y los guitarrazos, pues no. ¿Pero qué más da? “(All Afternoon) In Love” es una de esas canciones que no van a volver a tocar en otras giras en el futuro, y lo único que van a rescatar del tercer disco son los sencillos, así que fuimos afortunados. Y a decir verdad, con temas como “20/20” y “Handsome” en el setlist, the Vaccines cuentan ya con suficiente material para que -por el resto de su carrera- la gente brinque y baile con canciones movidonas de garage pop.
Una vez que cerraron la cadena de éxitos en el último tramo del set, la banda se despidió del público para que luego Justin Young regresara solo al escenario, con guitarra acústica en mano y vistiendo una camisa del campeón de la Copa de Oro (ah qué caray). Pero bueno, el nombre de Young en la parte trasera del jersey fue un bonito toque. El vocalista le pidió al público que lo apoyara con sus voces en lo que fue una versión acústica de “No Hope”, quizás su canción más vaccin-esca. No son pocos los medios que critican a los Vaccines de acercarse demasiado al sonido de sus influencias, pero “No Hope” es una canción muy suya, y el tema que nos hizo girar la cabeza desde un principio y escuchar más de ellos. Aquí en Sopitas.com hemos sido fans desde entonces y no nos arrepentimos por el buen tiempo que hemos pasado con las Vacunas. Fue un buen show.
DURACIÓN: 1 hora y 15 minutos
FOTOS: Tery Vega
RESEÑA: Shyness Icon (@ShyTurista)
ESOS MOMENTOS: Cuando regresas a tu casa de un concierto y te cae el veinte de que es lunes