Bien, iniciamos semana y a pesar de que la mayoría de ustedes, queridos lectores, queda anonadado con unas mallitas, habemos otros que buscamos saciar más a nuestros oídos que… a otra cosa. Así es, hablamos de Antitendencias Sonoras, el espacio donde compartimos proyectos musicales que sobresalen por mostrar una estética un tantito diferente a lo que escuchamos cotidianamente a través de la radio o televisión; música que difícilmente veremos sobre los escenarios de los festivales más grandes de nuestro país, que se encuentra en las profundidades del mar sonoro esperando a los curiosos que quieran explorar los ‘azules’ más intensos y fríos.

Afortunadamente vivimos en la era de la tecnología, el Internet abrió innumerable cantidad de ventanas al rededor del mundo y es mucho más fácil descubrir y difundir todo lo que está sucediendo a nuestro al rededor a diferencia de algunos años atrás. Pero a pesar de ello muchísimas cosas aún pasan desapercibidas -entre ellas la música-. Mucha música es publicada de forma independiente que pocas veces llegan a un número ‘considerable’ de oídos y, por otro lado, pareciera que la música popular -no hablando estrictamente del género- es la que va construyendo poco a poco ciertos ‘estándares’ casi inviolables. A lo que quiero llegar, es que hoy presentaré a una banda que justamente critica mucho estos estándares que realmente son un tanto comerciales, se trata de Windy & Carl, una increíble propuesta que si de plano no te interesa tener en la repisa de tus discos, al menos es interesante conocer su concepción de música.

Windy & Carl

 

 

Windy & Carl es un dúo de Michigan formado por la pareja Windy Weber y Carl Hultgren, quienes en 1993 dieron vida al proyecto en donde experimentan con diversos estilos, técnicas y géneros musicales. Su inquietud los ha llevado por suelos del ambient, música minimalista, space rock y dream pop, influenciados a su vez por la esencia del jazz, aquel que se rige en la improvisación, principalmente. De hecho con el pasar de los años se les ha reconocido como ‘la luz principal de la escena space rock de Michigan’.

Su música podría decirse que está influenciada por bandas legendarias del sello 4AD de los años 80 como Cocteau Twins y Pale Saints, así como el género casi fantasmal -al menos en esos años- del shoegaze y el dream pop.

 

 

Una de las características principales de su música es que está hecha, principalmente, con guitarras eléctricas, algo que impresiona ya que a primer escucha podríamos imaginar que proviene de un muro de sintetizadores. Gran cantidad de bucles se van repitiendo en lo que la pareja va ofreciendo diferentes texturas y tonalidades que se van sumando hasta crear piezas complejas y de magnitudes abismales. Por esta misma razón la construcción de estas piezas toma su tiempo, lo que termina en canciones que van desde 3 a más de 30 minutos de duración.

En varias ocasiones se les ha cuestionado su concepción de música, y el por qué su gusto en crear temas de duración tan extendida, respondiendo que más bien se trata de que estamos acostumbrados a temas ‘relativamente’ cortos; no se trata de estructurar la música, de ordenarla y/o acomodarla, sino de darle total libertad; que ella misma sea quien se exprese, que demore lo que ella misma quiera demorar, en otras palabras… sentir la personalidad de cada canción y que esta misma te anuncie cuándo empezar y cuándo terminar. Una concepción que han adoptado de grandes representantes del jazz como Alice y John Coltrane. Una noción que a decir verdad muy pocas veces se tiene en consideración tanto por músico o como por escuchas, pero que sigue allí, removiendo realmente nuestros sentimientos al escuchar.

En 1993 fue Carl quien comenzó a grabar de forma autodidacta e independiente sus primeras canciones, posteriormente se adhirieron las voces de Windy y fue cuando ella decidió seguir participando. Sus temas comenzaron a ser compartidos dentro de la escena underground hasta que llegó a disquera de mayor renombre como Icon, Darla, Ochre y Kranky -del cual se enorgullecen por compartir nómina con sus ídolos, Labradford-. Actualmente crearon su propio sello Blue Flea y hasta son propietarios de una tienda de discos llamada Stormy Records donde se dedican a difundir géneros experimentales, principalmente.

La música de Windy & Carl es un trabajo sumamente cuidadoso donde la sensibilidad es el factor principal de sus canciones. Cuando uno reproduce algunas de sus canciones es normal caer en un hipnotismo a través de las dulces texturas que logran con guitarras, voces y diversas técnicas algo inusuales. En sus presentaciones en vivo el dúo se coloca paralelamente y sólo se dedican algunas miradas enternecedoras mientras ondas ambientales se apoderan del espacio, obligándoles a cerrar los ojos y a comunicarse mútuamente a través de las notas; una conversación sublime donde sobresale de inmediato su brillo. Su música es como un video en cámara lenta, donde la belleza recae en distinguir los detalles que comúnmente pasan desapercibidos dentro de nuestra apresurada visión.

 

 

Para mí su música está llena de amor, más allá de ser una pareja que ha logrado un nuevo lenguaje musicalmente, han logrado comprenderse y conocerse a sí mismo a través de ella. Gracias a su música han reflejado de una manera muy romántica su vida juntos, así como sus sentimientos y vivencias que a pesar de ser individuales en la vida diaria, musicalmente son cómplices.

 

 

T: @hreveh

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