En Sopitas.com estamos convencidos de que hay personas a las que vale escuchar con atención, sin importar su posición política, ideología, religión que profesen o nacionalidad, y cuya filosofía de vida puede dejarnos una gran enseñanza.
Quienes llevan tiempo leyéndonos saben que siempre procuramos ser imparciales en temas religiosos, pues respetamos todo tipo de creencias y credos. No es que la hagamos ‘payola’ a la religión católica, pero la verdad el Papa Francisco nos cae bien, pues es vacilador, sencillito y carismático. Además suele salirse del modelo preestablecido sobre el comportamiento que comúnmente tiene Sumo Pontífice.
Una muestra de esto es el decálogo de 10 puntos o sugerencias para alcanzar la felicidad, que dio durante una entrevista a la revista Viva. Vale la pena echarles un ojo:
1. Vive y deja vivir.
“Acá los romanos tienen un dicho y podríamos tomarlo como fórmula: ‘Anda adelante y deja que la gente vaya adelante’. Vive y deja vivir, es el primer paso de la paz y la felicidad”.
2. Entregarse a los demás.
“La gente tiene que ser abierta y generosa hacia los demás. Si uno se estanca, corre el riesgo de ser egoísta, y el agua estancada es la primera que se vuelve putrefacta”.
3. Muévete con calma
Jorge Mario Bergoglio daba clases de literatura, por ello usa una imagen de Don Segundo Sombra, novela argentina escrita por el autor argentino Ricardo Güiraldes.
“En Don Segundo Sombra hay una cosa muy linda, de alguien que relee su vida. El protagonista. Dice que de joven era un arroyo pedregoso que se llevaba por delante todo; que de adulto era un río que andaba adelante y que en la vejez se sentía en movimiento, pero lentamente remansado. Yo utilizaría esta imagen del poeta y novelista Ricardo Güiraldes, ese último adjetivo, remansado. La capacidad de moverse con benevolencia y humildad, el remanso de la vida. Los ancianos tienen esa sabiduría, son la memoria de un pueblo. Y un pueblo que no cuida a sus ancianos no tiene futuro”.
4. Dale un sentido sano al ocio
“El consumismo nos llevó a esa ansiedad de perder la sana cultura del ocio, leer, disfrutar del arte. Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una mamá joven le preguntaba: ‘¿Cuántos hijos tienes? ¿Juegas con ellos?’ Y era una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es clave en una cultura sana. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y vuelven a veces cuando sus hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo”.
A su vez, el Papa Francisco recomienda apagar la televisión cuando nos sentamos a comer.
5. Comparte los domingos con la familia
“El otro día, en Campobasso, fui a una reunión entre el mundo de la universidad y el mundo obrero, todos reclamaban el domingo no laborable. El domingo es para la familia”.
6. Encontrar formas innovadoras para crear empleos dignos para los jóvenes
“Hay que ser creativos con los jóvenes. Si les faltan oportunidades pueden caer en la droga. Además, el índice de suicidios entre los jóvenes sin trabajo es muy alto; el otro día leí, pero no me fío porque no es un dato científico, que había desempleados 75 millones de jóvenes de 25 años para abajo. No basta con darles de comer: hay que inventarles cursos de un año de plomero, electricista, costurero. La dignidad te la da el llevar el pan a casa”.
7. Respeta y cuida la naturaleza
“Hay que cuidar la creación y no lo estamos haciendo. La degradación ambiental es uno de los desafíos más grandes que tenemos. Creo que una pregunta que no nos estamos haciendo a nosotros mismos es: ¿No está suicidándose la humanidad con este uso indiscriminado y tiránico de la naturaleza?”.
8. Olvida rápido lo negativo
“La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano”.
9. No al proselitismo religioso, respeta las creencias de los demás
“Podemos inquietar al otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo peor que puede haber es el proselitismo religioso que paraliza: ‘Yo dialogo contigo para convencerte’, no. Cada uno dialoga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo”.
10. Trabaja activamente por la paz
“Estamos viviendo en una época de mucha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud, siempre es una paz activa”.
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Llama la atención que en ninguno de estos preceptos se menciona a Dios, lo cual de alguna forma hace que tanto los religiosos como los no religiosos se identifiquen con ellos.
¿Qué les parecieron?