¿Viajar, comprar una casa, pagar tus deudas? Con la situación económica actual, el único propósito de año nuevo que se ve un poco viable –o cuando menos no tan sanguinario al bolsillo– es el tradicional “bajar de peso”.
No es que las autoridades nos vayan a dar un millón por cada kilo de papada que disminuyamos. Lo que sí es cierto, es que a partir de este año se podrá solicitar devolución de impuestos deducidos de las idas con la persona que nos explica que no basta con echarle harta cebolla a los de tripa para considerar que llevamos una dieta sana: el nutriólogo. La medida del Servicio de Administración Tributaria (SAT) se tomó para, además de darnos chance de meter en nuestra declaración otro servicio, incentivar en los mexicanos el combate al sobrepeso y la obesidad.
De acuerdo con la disposición de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), así como cualquier otro servicio que pueda servir como deducción personal en la declaración anual, lo único que se necesitará será presentar el comprobante fiscal emitido por el nutriólogo como comprobante de la prestación de sus servicios profesionales.
En este punto cabe recordar que al momento de presentar nuestra declaración anual de impuestos es posible incluir ciertos gastos personales que nos sirven para disminuir la base gravable y, al final de cuestas, tener el chance de pagar menos impuestos o bien, tener “saldo a favor” y solicitar la respectiva devolución. Sólo un detalle a considerar: el límite de este tipo de deducciones es el equivalente al 15% de los ingresos que anualmente percibimos.
A partir de este año puedes deducir tus consultas con el nutriólogo, págale con transferencia y #PideFactura. pic.twitter.com/pAOQJXW0G5
— SATMX (@SATMX) 9 de enero de 2017
Pues a ver qué tal sirve esta nueva medida para intentar combatir la epidemia de obesidad y sobrepeso que hay en el país. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016, el 75% de los adultos mexicanos anda pasado de tamales… y eso que no contaron con las cenas de fin de año.