Nos duró muy poco la novela de Trump y su gobierno cerrado. Tras la votación exitosa de esta mañana, la administración federal de Estados Unidos reabrirá sus puertas. Después de solo tres días de gobierno cerrado y aunque se veía difícil, se terminó la discusión en la Cámara de Senadores gracias a un acuerdo entre republicanos y demócratas.
Sin embargo, nos esperan más capítulos de esta novela, ya que la solución de esta mañana únicamente le da presupuesto al gobierno de Trump hasta el 8 de febrero, fecha en la que volverán las discusiones. La votación de esta mañana fue una “curita” para arreglar algo que necesitaba puntadas: en tres semanas, los Senadores votarán de nuevo sobre migración, control de fronteras y el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA). Esta discusión, será clave para el futuro funcionamiento de la administración de Trump ya que toca algunas de las principales razones de la ruptura partidaria en nuestro país vecino.
Aunque estuvieron a favor del diálogo y la votación fue positiva, las quejas y críticas no se hicieron esperar. De acuerdo a ABC News, el líder del Partido Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, criticó los procesos de la Casa Blanca y demostró su frustración con el presidente Trump: “El gran presidente que hace tratos y negocios se sentó en la banca”, dijo Schumer en la tribuna general.
A pesar del tumulto mediático, Donald Trump se ha mantenido fijo en su postura, ha dicho antes y en repetidas ocasiones que le urge hacer algo por la migración en Estados Unidos y el programa DACA; peleando con los demócratas en Twitter y haciendo pública su posición respecto al cierre reciente de la administración federal.
The Democrats are turning down services and security for citizens in favor of services and security for non-citizens. Not good!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 22 de enero de 2018
En fin, mientras la tormenta pasa, los empleados federales volverán a la normalidad y los programas sociales como parques nacionales o zoológicos abrirán sus puertas de nuevo; los demócratas y republicanos volverán a odiarse como siempre, pero con el gobierno funcionando. Para el espectador ajeno, solo nos queda agarrar las palomitas y esperar al siguiente capítulo el próximo 8 de febrero que se retomen las votaciones y la administración federal corra riesgos de cerrar nuevamente.