Durante el último año, el presidente Enrique Peña Nieto ha regado el tepache en varias de sus declaraciones. Tan solo en los meses recientes, el mandatario ha protagonizado capítulos como “sentí un temblor que nadie más sintió“, “estamos más o menos a un minuto de aterrizar, menos, como a 5 minutos” o aquel famoso “de todo le quieren echar la culpa a la corrupción“.

Cómo olvidar cuando EPN confundió Chiapas con Oaxaca, cuando trastabilló durante la visita del presidente Tabaré Vázquez y dijo Paraguay en vez de Uruguay o cuando afirmó que México se había “volvido” referente para otras naciones en un foro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), realizado en París, Francia, el pasado 11 de diciembre.

Los deslices durante el sexenio del presidente Peña Nieto son tantos que el material daría para hacer varias notas al respecto. Pero este texto no es sobre el representante del Ejecutivo, sino sobre uno de sus más avezados aprendices: Alejandro Murat Hinojosa, gobernador de Oaxaca. Pareciera que el político oaxaqueño se quiso lucir ayer, 18 de diciembre, ante su mentor y ofreció un recital de pifias durante la declaratoria de Zona Económica Especial en Salina Cruz. El priista tropezó al conjugar el verbo abrir. Murat Hinojosa dijo lo siguiente:

“Durante la historia de México, se ha abrido una gran brecha entre el sur y el norte de México. Hoy nos entusiasma porque volvemos a obtener optimismo, confianza de que con esta declaratoria podremos empezar a delinear el nuevo rostro del desarrollo del sureste”.

¡¡¡KHÈ!!!

Al parecer, este no fue el único tropiezo del gobernador Murat Hinojosa, quien como queriendo superar al maestro, le endilgó a los presentes en el evento un concierto de fallas en la pronunciación de varias palabras y un concepto tal como “solidaridad solidaria”.

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