Un tribunal federal ha ordenado la liberación de Fernando Quintero Millán, Roberto Acevedo López y Leobardo Hernández Leónides, los tres últimos militares que se encontraban presos acusados de la masacre ocurrida el 30 de julio de 2014 en Tlatlaya, municipio del Estado de México.
Adalid Abriz Landa, magistrado titular del Sexto Tribunal Unitario Penal de Toluca, ordenó la liberación de los militares restantes, después de determinar que no había pruebas suficientes para juzgar a los inculpados por los delitos de homicidio, encubrimiento y modificación de la escena del crimen.
“Conforme al marco legal vigente, la PGR acata esta resolución judicial. Sin embargo, el Ministerio Público de la Federación considera haber ofrecido los elementos de prueba suficientes para procesar a los tres elementos militares“, informó la Procuraduría General de la República a través de un comunicado.
El expediente en el que la PGR acusaba a los militares de haber participado en un operativo en la comunidad de San Pedro Limón, Municipio de Tlatlaya, donde murieron 22 personas en el interior de una bodega, contenía indicios de su implicación en al menos ocho de las muertes y en la alteración de la escena del crimen.
Esta orden de liberación deja prácticamente cerrado el caso Tlatlaya, pues ya no queda ningún militar detenido acusado de homicidio. Un caso más en el que es clara la impunidad y el abuso de autoridad que lamentablemente reina en México.