Y ahora sí, las autoridades toman cartas en el asunto. Coyoacán se llena de ratas, y se le pide a restaurantes y a peatones, que tiren la basura en su lugar (como si fuera algo nuevo).
Lo que sucede es que muchas veces se piensa que como se trata de desechos orgánicos, se pueden tirar en los jardines y no pasa nada, “se degrada”.
¡Pues sí pasa! Y ésta es la prueba. Estos desechos orgánicos atraen animalitos, en el mejor de los casos, moscas, hormigas, huele mal… Ah, sí, y ¡proliferan las ratas!
El punto es que ahora, las autoridades ya están haciendo su plan para el control de esta fauna nociva.
Se necesitarán invertir casi 200 mil pesos para dicho control, según Enrique Filloy, que hasta la semana pasada, era el director General de Obras y Servicios de la demarcación, y quien afirmó:
“El tema de la fauna nociva se debe por los restaurantes y las zonas que venden alimentos y dejan mucha materia orgánica alrededor de las plazas. Se tiene un diagnóstico y se dejó para el próximo año el tema ya presupuestado para el control de fauna, porque hay que tener cuidado, en cuanto a los químicos que se utilicen, no solamente es traer veneno para ratas, sino que hay una parte técnica”
Yolanda Hortelano, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM, dijo que:
“Para hacer el control, lo primero que se debe de hacer es una valuación del tamaño de las poblaciones con un especialista, evalúe el daño que están ocasionando y se implementen las medidas preventivas”
Las ratas son portadoras de ácaros, pulgas y piojos, contaminantes y bacterias que dejan en los alimentos que roen y los cuales pueden causar alergias o enfermedades como hepatitis, salmonelosis y cólera.
Hortelano dice también que su orina o saliva son transmisores de rabia o teniasis.