Se supone que una de las instituciones que más confianza nos deberían generar es la policía; después de todo una de sus principales tareas es la de garantizar el orden y la seguridad de los ciudadanos. Pero como en la CDMX las cosas muchas veces no son como deberían ser, la verdad es que la policía nos todo, menos confianza. 

Tras denunciar el robo de un celular en las instalaciones del Metro de la CDMX, el académico de la UNAM, Gerardo Martín Silva Rosas y la profesora adjunta María Elisa Silva Gómez, pasaron de ser testigos a detenidos.  

El sábado 17 de febrero, Gerardo Martín Silva Rosas, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, y María Elisa Silva Gómez, profesora adjunta, vieron cómo un sujeto le robaba el teléfono a un muchacho en la estación del Metro Pino Suárez. Gerardo encaró al ladrón por lo que la policía se acercó.

Sin embargo, el ladrón le dio el teléfono que acababa de robar al uniformado, y juntos acusaron al profesor de haber sido él quien hurtó el aparato, pese a que las personas que viajaban en el vagón lo defendían. Cuando el policía quizo revisar al académico, éste se negó, por lo que fue derribado y pateado, según reporta Aristegui Noticias.

Entonces intervino Leilani Gabriela Ibarra Castillo, quien grababa los hechos con su celular. “Cuando me liberaron a mi y a María Elisa me dicen “ya, ya váyanse; no estén chingando“, pero a Leilani se la llevan. María Elisa la abraza y se las llevan a las dos juntas, las arrastran. Llegamos a los torniquetes a empujones”, contó Gerardo a Aristegui Noticias.

Tanto Gerardo, como María Elisa y Leilani fueron trasladados al Juzgado Cívico de la Plaza Pino Suárez, para luego ser llevados a la Agencia del Ministerio Público CUH-8.  “Somos testigos de que han salido varios presuntos delincuentes con los que los han denunciado, ya no están todos los que estaban, y mi hijo que llegó mucho antes han estado posponiendo su proceso”, dijo la madre de Gerardo. Fue hasta que un grupo de manifestantes se presentó en el Ministerio Público cuando se les permitió verlos.

Posterior a su liberación hasta la madrugada del domingo 18, las madres de Gerardo y María Elisa afirman que sus hijos presentan diversas lesiones. Ella, un rasguño en la cara; él, golpes en el brazo. Ni el sujeto que inicialmente fue acusado por Gerardo de robar un celular, ni los policías que los detuvieron se encontraban en la agencia, según menciona la señora Irma Rosas, madre de Gerardo.

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