¿Quién no tiene una historia en Acapulco? Días de sol en sus playas, atardeceres apacibles en Pie de la Cuesta, ese insuperable Pescado a la Talla de los restaurantes de Puerto Márquez, la banana en Caleta, las noches de borrachera y parranda en el Tabares sus bares y antros…
Pues bien, ese lugar en el que tan bien la hemos pasado… está en quiebra.
Así es, el pasado martes el gobierno municipal de Acapulco se declaró en quiebra alegando una deuda que para fin de año alcanzará los 2,142.8 millones de pesos (algo así como 162 millones de dólares). Esta cantidad supera el presupuesto anual de la entidad.
El anuncio fue dado por Luis Walton, presidente municipal de Acapulco, quién mencionó la necesidad de que el Gobierno Federal invierta en dicha ciudad, para que pueda salir adelante. Eso sí, de una vez se lavó las manos y dijo que la difícil situación por la que atraviesa el destino turístico es culpa de la pasada administración (del PRI, por cierto).
Walton apenas lleva un mes en el cargo.
Después de enterarse de estas declaraciones, Manuel Añorve, ex alcalde de Acapulco y ahora diputado federal del PRI, se defendió y dijo que la deuda real del puerto es de 806 millones de pesos, mucho menos de lo señalado por Walton.
Ni a quién creerle.
Ojalá y logren rescatar a Acapulco. La industria turística es uno de los motores de la economía nacional, perder un destino tan emblemático no será bueno para nadie.