Y ya tenemos 27 jóvenes que, por andar de porros, tendrán que ver a cuál escuela irán a hacer bullicios. Para que se vea que no es cuestión de género, ahora es una alumna (cof, exalumna, cof) la sancionada. Estudiaba en el CCH Azcapotzalco.
Por medio de un comunicado publicado en la Gaceta UNAM, el rector de la máxima casa de estudios, Enrique Graue, le avisó a Michel Alexandra Hernández Saucedo que ya ni le corra para agarrar el camión pa’ ir a la escuelita. Ya no es necesario. A partir de hoy deja de ser parte de la comunidad universitaria.
Para lo anterior, Graue – en su carácter de rector – invocó los artículos 30, 34 fracciones X, XI y XIV, 87 fracciones I y V, 90, 93 segundo párrafo y 95, 97, 100 y 101 del Estatuto General de la Universidad Nacional Autónoma de México. De acuerdo con el rector, en tales artículos se indica que la susodicha (de quien hasta se indica su número de cuenta, pa’ echarle más salecita a la herida) puede ser dada de baja por haber sido partícipe directa de los actos vandálicos y agresiones registrados en la plaza de la Rectoría, el pasado 3 de septiembre.
“Usted formó parte activa de un grupo de personas que alteró el orden y la disciplina en el Campus de Ciudad Universitaria (…) generó la interrupción de actividades laborales e impidió el libre tránsito de alumnos, académicos y trabajadores (…) [estas acciones] son consideradas faltas especialmente graves a la norma universitaria, violentando los principios básicos que rigen la Universidad”, indica el comunicado firmado por el propio rector.
Quienes han tenido que vérselas con cualquier tipo de autoridad, seguro sentirán alguito de pesar por imaginar el cubetazo (y no de chelas) que representó para la susodicha leer (imaginando la voz de Graue, claro) la sentencia (en caso que a la exalumna del CCH Azcapotzalco estuviese interesada en sus estudios). Como resolutivo, después de mucho remarcar que Michel Alexandra Hernández Saucedo se pasó de lanza con sus compañeros universitarios, Graue indica que la mencionada ha sido expulsada.
La sanción es provisional, ya que la joven tiene la posibilidad de alegar y probar ante el H. Tribunal Universitario “lo que a su derecho convenga”. Es decir, tiene chance de refutar la sanción. En caso de no hacerlo (o hacerlo de una forma muy chafa), dicho órgano disciplinario será quien resuelva la expulsión definitiva. “Notifíquese la presente resolución a la alumna” del CCH Azcapotzalco, pide Graue… pero ya pa’ que´. Si por acá ya se enteró.