La demanda de aguacates ha crecido de manera estratosférica en Estados Unidos, obligando a los agricultores mexicanos a tratar de satisfacer las necesidades del mercado, lo que ha acelerado el proceso de deforestación en los bosques del centro de México.

Hasta ahí todo sonaría perfecto, pero no todo son buenas noticias: esta demanda ha generado que los campesinos michoacanos talen bosques de pino para sembrar aguacate.

Para cultivar esta fruta (sí, el aguacate es una fruta) se necesitan condiciones similares a las de los pinos en los bosques de Michoacán, el estado que produce la mayoría de los aguacates del país.

Esto obliga a los agricultores a derribar pinos—a escondidas de las autoridades— y sembrar árboles de aguacate en su lugar. Con esta acción también logran que sus cultivos tengan acceso a más luz.

El gran problema de esta actividad es que en los bosques de Michoacán están varios predios donde hibernan las mariposas monarca, por lo cual la deforestación deja de ser más que un problema académico.

Como el aguacatero consume el doble de agua que se necesita para tener un bosque denso, llega menos agua a los riachuelos y arroyos de Michoacán, de los que se alimenta la flora y la fauna local.

De acuerdo con Sin Embargo, las razones que han impulsado la expansión de los árboles de aguacate es el apetito de los estadounidenses: entre 2001 y 2010 se triplicó la producción de esta fruta en Michoacán y las exportaciones se incrementaron diez veces.

¿Qué les parece? ¿A qué creen que se deba este boom del aguacate en Estados Unidos? ¿Saben cuánto cuesta por allá? Igual y nos sale más barato importar unos kilitos para echar el taco placero.

 

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