Se han hecho películas al respecto, pero es más gracioso cuando pasa en la vida real.
Después de echarte unas buenas “cubas” lo más sensato es pedirte un taxi que te lleve a tu casa. Así lo hizo Luke Harding, un joven de Manchester, con la variante de que en lugar de pedir ser trasladado a su domicilio hizo una pequeña escala en el aeropuerto.
Así es, luego de pasar la noche con sus amigos en un club y de dejar a sus amigos, el adolescente pidió al taxista lo llevara al aeropuerto; más tarde, mientras sus colegas resentían los estragos de una buena cruda, Harding abrió los ojos para darse cuenta que estaba dormido en un inodoro del aeropuerto de Charles de Gaulle. Aquí al momento en que abordaba su vuelo:
Cuando comenzó a postear fotografías desde el Arco del Triunfo y la Torre Eiffel, el viajero por un día fue la sensación en Twitter: “Todo empezó con tomar una cerveza después del trabajo. Entonces una cosa llevó a la otra y decidimos ir a un club nocturno (…) empezó a ser un poco aburrido y quería ir a casa (…) Encontré mi pasaporte que he estado usando como ID y una aplicación en mi teléfono diciendo algo sobre lo barato que es volar a París. Fue un impulso que parecía buena idea en el momento”, relata Harding… aunque dadas las circunstancias no hay que creerle mucho.
La pequeña excursión le costó al buen Luke la cantidad de £300… ¿Y cómo es que el taxista accedió a llevarlo al aeropuerto cuando apenas si podía hablar? Fácil, aplicó el viejo truco de “soy un doctor residente y voy a una convención”.