En lo que la gente se preparaba para recibir en la Ciudad de México a los personajes más amados y odiados del momento (Juan Gabriel y Donald Trump, ahí ustedes decidan quién es quién), otro sujeto de generosas carnes se encontraba dando un nada esperanzador anuncio.
Los que quieren contar algo bueno de México se tendrán que aguantar pa’ la otra, ya que el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, anticipó que para este año y el que viene la economía nacional crecerá menos de lo que se tenía previsto hace apenas tres meses. Así es: apenas en mayo se calculaba que el producto interno bruto (PIB) de 2016 estaría entre 2.0 y 3.0%, pero ahora se estima que andará por ahí del 1.7 y 2.5%. En lo que respecta al 2017, la cosa también tuvo que sufrir un bajón de tres décimas, por lo que (si bien nos va) se prevé que llegue a 2.0 o 3.0%.
Como es costumbre en este tipo de vergonzosas situaciones, se recurrió a echarle la culpa al de junto. Según el buen Carstens, el entorno externo anda bastante complicado, razón por la que el gobierno ha tenido que ajustar sus necesidades financieras y, bueno, de ahí todo el desequilibrio que se tiene que corregir: “es impostergable reducir el déficit y la deuda públicas, no sólo para contar con finanzas sanas, sino para liberar presiones sobre las cuentas externas del país, que han mostrado un ligero deterioro en los meses recientes”, señaló.
Aunque muchos dirán: “bueno, al menos se crecerá algo”, la nueva estimación de crecimiento económico se ve bastante escuálida si se compara con las previsiones que se tenían en el trimestre julio-septiembre de 2014, época en la que las reformas estructurales de EPN se presentaban como el gran impulsor del desarrollo nacional. En esa altura las quinielas apuntaban que se crecería en 2016 entre 3.2 y 4.2%… es decir, en caso que ahora sí le atinen al número mágico, la economía crecería 43.2% menos de lo que se tenía estimado inicialmente.
En fin, lo bueno es que no nos puede ir peor… ¿ahhh, no?
“En efecto, no es posible descartar futuros eventos externos y/o internos adversos que pudieran afectar a la economía y la inflación, por lo cual es indispensable apuntalar la fortaleza del marco macroeconómico del país por medio de políticas monetaria y fiscal apropiadas”, advirtió Carstens.
Lo que pase en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, la posibilidad de que continúe una baja en las exportaciones nacionales, los precios del petróleo, que Chivas TV siga con fallas en sus transmisiones… todo en conjunto son factores de riesgo para que la economía del país siga con su tendencia a la baja, así que agárrense de donde puedan.