Todos hemos estado en la misma situación. Inmersos en el dilema y la incertidumbre a la hora de comprar una botella. Más aún si nuestra compra la realizamos en un lugar al que no hemos ido antes o que roza los bordes de la clandestinidad. Que nos den gato por liebre podría ser el menor de los riesgos. El alcohol adulterado puede ser más peligroso de lo que pensamos. Y más si tomamos en cuenta sus componentes. Autoridades sanitarias revelaron algunas de las sustancias que componen este tipo de bebidas. Los ingredientes elegidos para crear a la botella —adulterada— perfecta distan de ser azúcar, flores y muchos colores. Es más, ni siquiera la Sustancia X. De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la base de estos elixires es el etanol (conocido popularmente como alcohol etílico de 96°) y en algunas ocasiones se llega a utilizar metanol (“una sustancia extremadamente tóxica de la cual una pequeña dosis puede resultar fatal”) u otros alcoholes industriales para abaratar los costos. Por si fuera poco, en estos chupirules han encontrado residuos de tintes para cabello e incluso algunos insectos.

La Fundación de Investigaciones Sociales A. C. indica que el consumo de alcohol adulterado puede causar dolor de cabeza, mareo, convulsiones, náuseas, dolor abdominal, dificultad para respirar, además de dañar órganos como el cerebro, el corazón, el hígado y el páncreas. En el caso de los menjurjes que contienen metanol, los riesgos se incrementan. Desde 2013 a la fecha, la Procuraduría General de la República (PGR), la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Cofepris han incautado aproximadamente cinco millones de de litros de alcohol adulterado. Las autoridades sanitarias han realizado distintos operativos en tiendas de conveniencia, restaurantes, bares y lugares en los que se procesan bebidas alcohólicas. De acuerdo con estas cifras, tan solo en febrero de 2016, se aseguraron 300 mil litros de alcohol hechizo en Puebla, Jalisco y Estado de México. En marzo de este año se decomisaron 40 mil litros de brebaje misterioso en Aguascalientes.

Alcohol adulterado
Foto: Shutterstock

La Cofepris señala que las personas dedicadas a vender alcohol adulterado produce una mezcla que busca emular el sabor original de las bebidas imitadas, aunque durante su proceso no aseguran la calidad del producto, ni la higiene en su elaboración. Como no existe un control en su proceso de producción, el consumo de bebidas adulteradas puede generar graves riesgos para la salud de los consumidores.

Recomendaciones para combatir alcohol adulterado

1.- Revisar que las botellas tengan todos los sellos y marbetes; que estos no estén rotos o alterados. También hay que poner atención a las tapas: las que están bien ensambladas no escurren ni giran.

2.- Después de consumir el producto, se recomienda destruir las botellas para evitar que alguien las rellene con alcohol adulterada y lo venda en el mercado ilegal.

3.- En caso de detectar un sabor inusual, deje de consumir la bebida.

4.- Para restauranteros y encargados de bares: cerciórense de que sus empleados rompan las botellas.

5.- Adquirir bebidas alcohólicas en establecimientos formales. No compres tus botellas en tianguis o puestos ambulantes.

6.- Revisar que las etiquetas no estén sobrepuestas y que no cuenten con relieve.

7.- Antes de comprar una bebida, comparar que su llenado sea el mismo de las demás botellas.

8.- Gira la botella y regrésala a su posición original, nota cómo suben las burbujas, si ves partículas que caen, se trata de un contenido que no fue elaborado con suficiente calidad o higiene.

Alcohol adulterado
Imagen: Shutterstock

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