Amina Sboui, la joven tunecina que salió a la luz pública en marzo pasado tras ser condenada a muerte por un clérigo tras difundir en Facebook dos fotografías de ella en topless y declararse seguidora de Femen, anunció hoy su decisión de dejar las filas del movimiento feminista.
La activista tunecina considera a Femen como una organización “islamófoba” y perjudicial para su país y los fieles musulmanes.
“No quiero que mi nombre esté asociado con una organización islamófoba”, afirmó la activista, quien se encuentra en libertad condicional desde el pasado día 3, tras haber pasado casi tres meses en prisión por escribir la palabra Femen en la barda de un cementerio.
De acuerdo con Huffington Post, Amina Sboui rechazó las protestas que hicieron en días pasados integrantes de Femen en Francia para apoyarla y exigir su liberación; criticó que las feministas quemaran una bandera negra con el lema “No hay más Dios que Dios y Mahoma es su profeta”, frase usada tradicionalmente en el mundo musulmán como profesión de fe.
“Eso molestó a muchos musulmanes y a muchos de mis parientes. Hay que respetar la religión de cada quien”, indicó la joven.
La joven tunecina añadió que otro de los motivos para renunciar a Femen es la falta de transparencia de la financiación del grupo feminista:
“No sé cómo se financia el movimiento. Le pregunté a Inna Shevchenko líder de Femen) varias veces, pero no he tenido una respuesta clara. No quiero estar en un movimiento apoyado por dinero sospechoso. ¿Y si se financia con Israel? Quiero saber”, apuntó.
Amina provocó a finales de marzo polémica mundial, al ser sometida a un proceso que dio como resultado una Fatwa, es decir, un pronunciamiento legal en el Islam, emitido por un especialista en ley religiosa, por difundir en redes sociales una imagen en la que posa topless con un mensaje escrito en árabe sobre su pecho, en él reclamaba el respeto a los derechos de las mujeres en su país.