Y atrás gritan “¡primero véndelo, güey!”… pero no le hace, por enésima vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) hace planes con la billetiza que recibirá el gobierno por la venta del avión presidencial.
Esta vez, el mandatario dice que el dinero que saque de la nave en la que alguna vez viajó el maestro del disfraz, Enrique Peña Nieto, será destinado al abastecimiento de agua potable del estado de Hidalgo… no todo, tampoco se emocionen. Nomás a algunas regiones del municipio de Zacualtipán.
“Tan luego se enteren que ya se vendió el avión presidencial (…) empiecen a pensar de que pronto va a llegar el apoyo para resolver el problema de agua”, dijo AMLO durante su visita a la sierra de Hidalgo…
Cabe señalar que el refrescante anuncio fue hecho por el presidente ante los reclamos de la población, la cual acusa que el agua les cae –si bien les va– cada 20 días. Por ello, tienen que “chiquitearla” cual si fuera chela en un Vive Latino… o, en el caso de los pudientes, desembolsar fuertes cantidades para que lleguen pipas.
Uhhhhhhh, a ver qué dice AMLO ahora que se pare en… pues en prácticamente todo el país. Apenas ayer, la CONAGUA informó que las lluvias han estado escazas (19% menos que en 2018), tanto así que 66% del país sufre de algún nivel de sequía.
Además de cuidarse de no seguir comprometiendo los recursos del avión presidencial (y ya apurarse a sacarlo, aunque sea en pagos), AMLO quizás tendría que tomar en consideración los recientes señalamientos hechos en el reporte de Flight Ascend Consultancy, donde se indica que, en el mejor de los escenarios, la aeronave 787 se podría vender en 142 millones de dólares, es decir, 76 melones menos de lo que se pagó… ¿y en el peor de los casos? Ahí habría una pérdida de 137, algo así.
“Llevar un avión al mercado puede ser muy desafiante, puede tomar mucho tiempo, y tendría que ofrecer un importante descuento para permitir que la venta se lleve a cabo”, explicó el analista senior de Flight Ascend Consultancy, Daniel Hall, a finales de 2018.
Peeeeeero, en oposición a lo anterior (y a lo dicho por Jiménez Espriú, quien dice que no habrá recuperación por este negocio), en agosto pasado el director de Banobras, Jorge Mendoza Sánchez, aseguró que ya hay seis propuestas de compra del avión presidencial. Así que nomás es cosa de elegir la que más convenga y ‘amonos: a soltar la billetiza para cumplir lo prometido. “Estamos asegurando que al menos se pueda liquidar el arrendamiento de 2 mil 100 millones de pesos de saldo, y cualquier remanente adicional —que seguramente va a haber— se estará depositando en la Tesorería de la Federación”.
Pos ya mejor que se lo quedé AMLO, ¿no? Qué tal que en uno de sus vuelos le toca la piloto de Interjet.