Los animales son mucho más inteligentes de lo que creemos y sí, aunque muchas veces los veamos babeando o arruinando nuestra sala o zapatos nuevos, también hay que decir que son capaces de realizar una serie de acciones que han logrado salvar miles de vidas humanas gracias a sus extraordinarias cualidades.
Algunos de ellos, han sido condecorados con la Medalla Dickin, un reconocimiento que se otorga a animales que hayan mostrado un valor o una acciones heroicas, ya sea en acciones civiles o en las Fuerzas Armadas.
Se entrega desde 1943, y en la actualidad, sólo 63 animales han sido condecorados con ella.
La Paloma Cher Ami
Aquí destaca la Paloma Cher Ami, pues recordemos que durante la Primera Guerra Mundial se utilizaban palomas mensajeras para enviar mensajes importantes, pero lo que hizo esta ave, la hizo pasar a la historia.
Durante una batalla, las tropas norteamericanas se atacaban a si mismas sin darse cuenta. Cher Ami tenía la importante misión de llevar un mensaje al campo de batalla, para terminar con el baño de sangre. Pese a recibir heridas en su pecho, perder la visión de un ojo y una de sus patas, la paloma Cher Ami cumplió con su trabajo, salvando la vida de cientos de soldados. Actualmente, las palomas son consideradas uno de los animales más inteligentes del mundo.
Laika
Laika, qué mejor nombre para un perro, ¿no? ¡Significa ladrar!
Laika fue una perra callejera que fue recogida junto con otros caninos de las calles de Moscú, para formar parte de las investigaciones del proyecto espacial ruso en la década de los años cincuenta. Luego de ser evaluada, fue considerada apta para ir al espacio exterior. De donde nunca volvió.
Trakr
El policía de esta foto se llama James Symington y es efectivamente uno de los muchos héroes que salvó vidas tras el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, en septiembre de 2001. Pero no es él el protagonista de esta historia, sino su perro Trakr, que también trabajó en la llamada Zona Cero y ayudó a rescatar a uno de los últimos sobrevivientes en una de las varias zonas afectadas por el desastre.
Si no fuera por el olfato de este pastor alemán, esa víctima hubiera fallecido bajo los diez metros de escombros que la cubrían.
El punto es que hoy Trakr tiene 15 años y vive en Los Ángeles, California, con Symington, su amo de toda la vida. Un desorden neurológico le impide usar sus patas traseras, y no sería raro que muy pronto muriera. De acuerdo a los veterinarios, se trata de una secuela por haber respirado las toxinas de aquel 11 de septiembre.
Pero la historia de Trakr no es una historia triste. En junio de este año, la empresa estadounidense BioArts International anunció que comenzará a clonar mascotas, un servicio por el que cobrará más de 50 millones de pesos. Como una manera de promover su producto, los tipos de BioArts lanzaron un concurso para clonar gratis a un perro cuyas características fueran tan especiales que lo hicieran merecedor de vivir una segunda vida. Los amos interesados debían enviar un ensayo en el que exponían las razones que habría para duplicar a su animal favorito.
Symington no tardó mucho en enviar su texto, que inmediatamente llamó la atención de BioArts: Hace pocos días anunciaron con bombos y platillos que Trakr es el ganador de la “clonación dorada”, como la han llamado promocionalmente.
Hacia fines de julio, una muestra del ADN de Trakr viajará a un laboratorio ubicado en Corea del Sur donde tendrá lugar todo el proceso. Y para fin de año el cachorro-clon debería estar en manos de James Symington.
Lo que aún no se sabe, dada la poca experiencia que hay en esta materia, es si el perro clonado conservará las características de personalidad del perro original. Ésa parece ser la apuesta de Symington:
“Si el cachorro tiene las habilidades de Trakr, por supuesto que lo pondremos a trabajar como perro de rescate y yo también desempolvaré mi equipo”, dijo a la prensa.
Buster
Él es el perro heroico, que más recientemente ha recibido la medalla Dickin al valor, por su labor detectando bombas en Irak.
Los perros se usan en la guerra, en tareas como la detección de minas, el rescate de personas entre los escombros, entre otros.
Ham
Este Chimpancé fue el primer homínido en volar al espacio exterior, pertenecía a un grupo de seis chimpancés entrenados en el centro de medicina aeroespacial de Holloman, donde fue entrenado para mover algunas palancas en función de diversas luces activadas. Durante su entrenamiento recibía golosinas como premio o descargas eléctricas como castigo.
El 31 de enero de 1961, Ham, con 3 años de edad, pilotó una misión de prueba del proyecto Mercury cuyo objetivo era simular exactamente aquello que sentiría el primer astronauta norteamericano durante su histórico viaje suborbital.
El despegue se llevó a cabo sin incidentes, pero un problema en el regulador de aceleración del cohete proporcionó un exceso de velocidad que no se resolvería hasta que se agotó el oxígeno líquido, lo que llevó a la cápsula a una altitud máxima de 253 km, superior a la esperada. Ello supuso un período de ingravidez de 7 minutos para Ham, y una reentrada con una desaceleración de 14,7 Gs, más elevada de lo normal.
El vuelo duró 16 minutos y 39 segundos y la cápsula amerizó en el Océano Atlántico, a 679 km de distancia del punto de despegue, 209 km más allá de lo previsto. Como resultado del mayor impacto y la prolongada espera hasta la llegada del rescate y la violencia de las olas, un poco de agua penetró en el interior de la cápsula.
Por fortuna, Ham fue rescatado sano y salvo y una rápida revisión confirmó que se encontraba en buenas condiciones y todos celebramos.
¿Tortugas Ninjas? Esos son juegos de niños.