Continúan las denuncias sobre actos de espionaje realizados por el gobierno estadounidense y esta vez contra la representante del poderoso país europeo.
Sumándose a la lista de dirigentes internacionales que han solicitado explicaciones a la Casa Blanca por la vigilancia que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la canciller alemana Angela Merkel ha recibido respuesta de boca del propio presidente estadounidense.
En llamada telefónica “el presidente le ha asegurado a la canciller que EE UU no espía sus comunicaciones y que no tiene intención de hacerlo en el futuro”, señaló el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. Dicha llamada fue realizada ayer, luego que el gobierno alemán revelara sus sospechas respecto al espionaje que Estados Unidos ejerciera durante años en el teléfono celular de la lideresa teutona, según el semanario Der Spiegel.
Pero el telefonazo de Obama no fue por voluntad propia, ya que Merkel –al darse a conocer las sospechas- protestó y exigió una aclaración al presidente norteamericano, según comentó el portavoz de la canciller, Steffen Seibert. “Tales prácticas, si se comprueba la veracidad de las informaciones, son totalmente condenables y absolutamente inaceptables (…) Sería un grave abuso de confianza. Esas prácticas deben concluir de inmediato”, advirtió Merkel a Obama.
Por su parte, Jay Carney aseguró que se está “revisando la forma en la que se obtiene la información para garantizar un equilibrio adecuado entre la preocupación por la seguridad y la privacidad”, y ambos mandatarios acordaron “intensificar la cooperación en materia de inteligencia”.
Hasta el momento –y más comentadas- han sido las supuestas intercepciones hechas a las comunicaciones de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; al presidente de Francia, Francois Hollande y en el caso mexicano al ex mandatario Felipe Calderón y al actual ejecutivo, Enrique Peña Nieto… y contando.