Seguramente alguna vez te ha tocado terminar una relación de pareja, o lo que es peor, te han mandado a volar. De ser así sabes que una ruptura sentimental no es nada fácil. Aguantar reclamos, gritos, ojos llorosos y suplicas es todo un suplicio. Consciente de esto, Jonathan Kiekbusch, un joven de 21 años, decidió dedicarse de manera profesional a llevar la mala noticia de un truene a las parejas de sus clientes.
Y no crean que es un servicio caro, pues este profesional cobra sólo 5 dólares más los gastos que el rompimiento requiera (20 dólares por hora de su tiempo más los gastos de envío y traslados). Si lo analizamos, es un precio bastante razonable por ahorrarse explicaciones y momentos amargos.
Para lograr terminar un noviazgo de forma satisfactoria se vale de todos los métodos necesarios: mensajes de texto, cara a cara, por medio de mails o mensajería instantánea.
Este asesino a sueldo del amor no siempre es bien recibido, a veces ha soportado lágrimas e insultos por parte de las ex parejas despechadas. Incluso ha recibido amenazas en su muro de Facebook. Sin embargo se considera el creador de un servicio que lo convierte en un mediador que libera a la gente cuando el amor entre dos personas va mal.
Todo comenzó cuando Jonathan descubrió que siempre ha sido muy bueno para dar malas noticias (en México podría ser vocero del gobierno), por lo que se le ocurrió subir un anuncio a la web que decía “Me pongo en contacto con tu pareja por correo, teléfono, o ambos y le doy la noticia de que todo ha terminado”. A penas una semana después ya tenía su primer encargo: Un hombre de 31 años quería ponerle fin a la relación que llevaba desde hace 18 meses con su novia pero tenía miedo de hacerlo personalmente.
Para este primer trabajo, el ‘profesional en rompimientos’ le mandó varios mensajes de texto a la todavía novia de su cliente. Uno de ellos decía así: “Tu novio piensa que las cosas están llegando a su fin, pero no sabe cómo hablarlo contigo porque se preocupa mucho por ti. Él me pidió que te lo dijera, porque no puede soportar hacerlo él mismo.” Enseguida recibió la respuesta de la chica “Es un hombre muy débil por no hacerlo en persona”. Y sí, quizá el cliente fue débil pero consiguió su objetivo y nunca volvió a saber más de ella.
Esta fue la primera de muchas separaciones exitosas.
Kiekbusch, quien también trabaja en Marketing, termina entre cinco y seis relaciones a la semana. ¿Será que de verdad está preocupado por ayudar a los demás, o sólo es un #ForeverAlone con visión empresarial?
Aquí nos cuenta un poco de su chamba:
“Siempre entrevisto a la persona que desea romper para conocer su historia. Si no me siento cómodo con los motivos me niego al trabajo. No voy a terminar con alguien si ha sido engañado”.
“Constantemente he sido el paño de lágrimas de mis amigos. Por alguna razón me ven como alguien confiable, especialmente en el tema de las relaciones. La gente viene a mí cuando sus noviazgos agonizan y no pueden ayudarse a sí mismos. A muchas personas les resulta difícil terminar una relación, ya sea porque no quieren hacerle daño a la otra persona o tienen miedo de la confrontación. Por eso estoy feliz de ser el mensajero y, hasta ahora, he llegado ileso de estos rompimientos”.
“Algunas personas pueden llamar cobardes a los chicos que me contratan, pero yo los veo como sujetos que tratan de evitar discusiones o agresiones. Les falta el coraje para hacer ellos mismos el trabajo sucio, aunque por lo general tienen una buena razón para terminar. Creo en el amor y creo que la gente no debe perder su tiempo en una mala relación”.
Pues en tiempos de escases de empleo esta no es una mala opción. En Sopitas.com incluso estamos pensando en abrir nuestra propia agencia que se llamará “Sácala de tu vida… sin dolor”. Eso sí, nuestro servicio no aplicará si tu pareja es una de las Ladys de Polanco.