Oh, teclados.

En la típica banda de rock, todo mundo en la audiencia postra sus ojos sobre el vocalista y/o el guitarrista. De vez en cuando el bajista (si es el que canta). Son instrumentos que le permiten al músico moverse por todos lados, interactuar con la gente y ensuciarse las manos, a veces con su propia sangre. No hay tantos instrumentos que despiertan semejante pasión como la guitarra. ¿Podemos decir lo mismo del tipo que toca las teclas… si es que la banda tiene un tecladista? Por lo general, los teclados están colocados en segundo plano sobre el escenario, y su sonido suele ahogarse entre el ruido generado por la batería y los otros instrumentos. No parecen estar ahí más que para ocupar espacio. Es triste pero no hay mucha gloria para el tecladista.

A pesar de su carencia de fama, los teclados empezaron a tomar un rol protagónico cuando la música electrónica empezó a tener un impacto en la industria pop a finales de los 70. Los sintetizadores son el camino al futuro, decían. Los teclados reemplazarán a las guitarras, decían. Y así fue por unos años. Durante el new wave ochentero, bandas de synth pop como Depeche Mode, Erasure, Pet Shop Boys y OMD demostraron que los sintes habían conquistado bastante territorio en las tablas de popularidad. Pero ¡oh tragedia! Las guitarras hicieron su comeback en los 90 con las bandas de grunge en Norteamérica y las de Britpop en el Reino Unido. Los teclados y los sintetizadores se defendieron con Nine Inch Nails y otros artistas, pero habían perdido demasiado territorio conquistado unos años antes.

Afortunadamente, dentro del vasto territorio de la escena indie moderna, a muchos artistas que crecieron con la música de los 80 se les hizo fácil incorporar teclados en su sonido. Si algo distingue a las bandas denominadas a inicios de milenio como “indie rock” es su preferencia por las melodías. Esto quiere decir, ganchos que atraigan la atención de un público que quiere ser conmovido por una progresión de notas que sea atractiva para el oído. Un instrumento ultra-sensible al tacto parecía encajar con el perfil del músico indie del siglo XXI, acostumbrado a los teclados de su computadora y al touchpad de su smartphone.

Un buen ejemplo de este tipo de banda es Au Revoir Simone. Se trata de un trío de Brooklyn integrado por Annie Hart, Erika Forster y Heather D’Angelo. Las tres son tecladistas y las tres cantan. De vez en cuando Annie y Erika intercambian roles en el bajo, mientras que Heather programa la caja de ritmos. Au Revoir Simone hizo su debut en 2006 con Verses of Comfort, Assurance & Salvation y desde aquel entonces la banda ha establecido una reputación bastante sólida con cuatro discos. En una entrevista telefónica con la hermosísima Annie Hart, le preguntamos quiénes eran los tecladistas que más admiraba… aparte de sus dos compañeras, por supuesto.

La reina Bush. No creo que haya otra persona que se acerque. Kate Bush es una influencia enorme. También me gustan mucho los teclados de MGMT (Benajmin Goldwasser), me parecen muy pegajosos. ¿Conoces a Caroline Polachek? ¿De Chairlift? Ella es fantástica y está haciendo cosas increíbles. Santigold es una de mis favoritas, igualmente. Grimes también tiene unas melodías que te enganchan. Entiendo que mucho de eso son samples, pero cuando se pone a tocar es simplemente formidable. Hay una banda que se llama Palma Violets (Jeffrey Peter Mayhew), son nuevos. Estaba viendo al tecladista el otro día y me enamoré de su sintetizador. De hecho me compré uno idéntico porque quería poder replicar ese mismo sonido.”

Oh, wow Annie. ¿No es eso un poco extremo?

“Me encantan, me encantan, me encantan los teclados. Amo escuchar cómo tocan los tecladistas. Siempre estoy practicando en las teclas.” Así que la integrante de Au Revoir Simone nos contó un poco más de su historia. “Recuerdo que desde que tenía seis años, me gustaba jugar y aprender a tocar en mi Casio. De niña me juntaba con Heather y escribíamos muchas canciones y melodías. Luego me ponía a cantar pero me aterraba si alguien me veía. Entonces me encerraba en mi habitación.” Estos días, Annie Hart nos confirma que ya no se pone nerviosa cuando pisa el escenario. Al contrario, en los años que han transcurrido desde su última visita a México en 2009, se siente más segura de sí misma.

anniehart

Actualmente, Au Revoir Simone está de gira promoviendo su más reciente álbum, titulado Move in Spectrums. Es un álbum típico del trío, en el que los teclados juegan el papel principal, acompañado por dulces armonías femeninas. La música pinta una atmósfera oscura que se presta más para la reflexión melancólica que para la pista de baile. Annie nos explica, “Escribimos muchas, pero muchas canciones para este disco. Al principio nuestro objetivo consistía en editar un disco para que el público baile, pero a final de cuentas nos quedamos con un álbum más sereno, más meloso, como dices, para la reflexión tranquila.” Sin embargo, el disco no prescinde de uno que otro tema movidón. “Me gusta mucho ‘Crazy’, aparte porque puedo salir a tocar mi bajo”.

Para escuchar más de estas amenas melodías, recuerda que Au Revoir Simone se presenta en vivo el próximo sábado, 14 de junio, en el Auditorio Blackberry. Todavía puedes encontrar boletos en taquilla y por Ticketmaster. No lo vayas a dejar pasar o quizás tengas que esperar otros cinco años. “¡Wow! No puede creer que haya pasado tanto tiempo.” Dice Annie. No queríamos preguntarle si aun se acordaba de su última experiencia en México pero, “¿Estás bromeando? ¡Fue muy emocionante! Uno de los mejores viajes de mi vida. Todavía me quedé un par de días con mi esposo. Me fascina estar ahí. ¡No puedo esperar!” Podemos decir lo mismo.

Te dejamos con su más reciente álbum, Move in Spectrums.

T: @ShyTurista

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