La austeridad republicana –según– sigue aplicándose con todo rigor: no sólo dejará a los diputados sin chance de ver qué se roban… digo, por dónde caminan, ya que no sólo les limitarán el uso de la luz… sino que hasta pa’ hacerse un cafecito la sufrirán.
De acuerdo con una circular toda hechiza que se repartió en el Congreso, los diputados tendrán que disminuir el uso de energía eléctrica. Primero, al quedar sin iluminación en distintas áreas del recinto y, segundo, con el retiro de electrodomésticos de las oficinas.
“Me permito hacer de su conocimiento que sea dispuesto un programa de ahorro de energía que incluye reducir el uso de las luminarias de áreas comunes al mínimo indispensable, asegurando en todo momento la funcionalidad de la cámara, así como el desplazamiento del persona”, señala el documento todo mal redactado y firmado por Juan Alberto Armendáriz Martínez de la Secretaría de Servicios Administrativos y Financieros.
Según se indica a diversas coordinaciones, secretarias y direcciones de San Lázaro, las medidas son en cumplimiento con los “Lineamientos de Racionalidad, Contención, Austeridad y Transparencia ‘Presupuesta’ (al parecer son tan austeros que a veces se ahorran el uso de la letra “L”) para la Gestión Legislativa de la Cámara de Diputados 2019”.
Adicional a la reducción de iluminación en áreas comunes, los encargados de Recursos Materiales y Servicios de la Cámara procederán al retiro de electrodomésticos de las oficinas y áreas administrativas. Es decir, cafeteras, ventiladores, parrillas… quizás televisores y hasta la nevera donde don Porfirio Muñoz Ledo echa sus caguamas. Todo va pa’ fuera, ya que representa “consumo de energía que es cubierto en su totalidad por la Cámara de Diputados lo cual genera un gasto no previsto”.
Pues así el asunto en la Cámara, donde se ahorrarán unos cuantos pesos con apagar los focos… pero qué tal gastarán en la realización de un documental: nada más unos 5.7 millones de pesos que ya fueron solicitados por la Dirección General Editorial y de Imagen Legislativa.
De acuerdo con Excélsior, dicha instancia se convocó a una licitación pública para ver quién es el fregón capaz de gastarse semejante cantidad de dinero en la producción de un video que sólo durará 28 minutitos… ¿Y sobre qué tema? Pues el que se les ocurra. Hasta el momento no ha quedado definida la temática del documental. Nomás se indica que tiene que ser creativo, con entrevistas y diálogos en un lenguaje gráfico y textual claro, directo, de fácil comprensión y recordación para el público objetivo.