Es real. Desafortunadamente sí es en serio. La situación en los incendios de Australia está llegando a puntos críticos, al grado de que ya empieza a haber competencia entre las especies… y los humanos están tomando decisiones fortísimas: cerca de 10 mil camellos serán sacrificados en una remota zona rural al sur de la isla.
¿Las razones? En su desesperada búsqueda por agua, los camellos están poniendo en severos riesgos a las poblaciones originarias de esta zona de Australia.
Este sacrificio multitudinario de camellos será en una región al sur de la isla que se llama Anangu Pitjantjatjara Yankunytjatjara (APY es la manera fácil de decirlo), donde viven decenas de grupos aborígenes en grandísimas extensiones de tierra vacía. Ahí las condiciones actuales son terribles para todos: incendios, calorones históricos, sequía, nula infraestructura y escasez de agua.
“Dado el clima y la gigantesca congregación de camellos que amenaza las comunidades de APY y su infraestructura, tenemos la necesidad inmediata de controlarlos”, dice una tarjeta informativa local que fue compartida por la BBC. “Estamos atorados en condiciones extremas de calor e incomodidad. Nos sentimos enfermos”.
Las personas de la población de APY comentan que también se han destruido sus cercas, sus casas y las actividades ganaderas se han vuelto casi imposibles.
Entonces, el “control” de camellos ya está aprobado por las autoridades: personal del gobierno de Australia volará en helicópteros por toda la región y desde ahí dispararán contra los miles de camellos.
Aunque los camellos no son una especie endémica de Australia (los llevaron los colonizadores británicos para atravesar el desierto), se estima que hay más de un millón de ejemplares en la isla y la población crece constantemente. “Dañan cercas, equipo de granjas y destruyen asentamientos. También se toman la poca agua que hay en el lugar, que es necesaria para las personas que viven ahí”, señala la BBC.
Expertos y activistas en el mundo entero han condenado esta decisión. Entre otras cosas, exigen la creación de medidas preventivas para evitar llegar a puntos tan extremos.
Los incendios en Australia siguen siendo una incontrolable tragedia para humanos y animales en la isla. La Universidad de Sidney ha estimado que más de 500 millones de animales han perdido la vida entre las flamas y 25 personas más han muerto. Millones de hectáreas se han dañado y miles de casas fueron completamente destruidas.