Cumplido el día de ayer el plazo de 15 días que las autoridades federales y de Baja California pidieran a los trabajadores de San Quintín y comunidades cercanas, que exigen un aumento salarial justo, prestaciones de ley y respeto a derechos humanos, el subsecreatrio de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava los dejó plantados y en espera una respuesta. Este sábado se han registrado enfrentamientos entre fuerzas de seguridad, manifestantes e individuos violentos que los jornaleros dijeron no conocer.
Cerca de 4 mil trabajadores esperaban el día de ayer al funcionario a primera hora. Más tarde, el vocero de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la Justicia Social, Fidel Sánchez Gabriel, recibió la noticia de que no se reuniría con ellos.
“Se nos dice que no concluyeron los trabajos que realizarían, en el tiempo que el subsectretario estableció, para dar respuesta a nuestro pliego petitorio. También se nos comenta que el funcionario no tuvo medio de transporte para viajar a San Quintín, lo que nos parece una burla”, dijo.
De acuerdo con su testimonio, en una llamada telefónica habría advertido a Miranda Nava que, de no acudir a la reunión, el movimiento de los jornaleros alcanzaría nuevas dimensiones y que el boicot internacional contra el comercio de los productos sembrados, recogidos y cosechados bajo condiciones injustas se fortalecería en Estados Unidos y otros países. “No me amenaces, Fidel, porque no me conoces, no sabes quién soy yo”, habría contestado el subsecretario.
“No le tengo miedo. Venga a San Quintín a decirle esto a la gente”, diría Fidel Sańchez más tarde. Los campesinos reunidos acordaron responsabilizar al gobierno federal y al estatal, encabezado por Francisco Vega Lamadrid, de cualquier amenaza o atentado que pudieran sufrir los miembros y dirigentes del movimiento.
Además, advirtieron que el plantón continuaría hasta que se cumplan sus demandas: salario mínimo de 200 pesos diarios, Seguro Social, cese a discriminación por raza y freno al acoso sexual que sufren las jornaleras.
“Nos quedamos aquí, en plantón permanente, hasta que venga el subsecretario de Gobernación a cumplir su palabra, de frente a los trabajadores”, advirtieron.
Los hechos culminaron con la toma de 300 metros de la carretera Transpeninsular y el lanzamiento de rocas y pedazos de concreto contra vehículos de la zona. Los 200 individuos (según el cálculo de los jornaleros) responsables de los ataques fueron identificados por Fidel Sánchez como provocadores enviados por un dirigente sindical regional. Negocios cerrados y calles desiertas fueron el resultado de los enfrentamientos. Los líderes del movimiento advirtieron a los campesinos reunidos que no debían caer en provocaciones hasta que los asistentes se dispersaron para evitar más violencia, cerrando así los eventos del día de ayer.
Los 300 agentes de la Policía Estatal no intervinieron cuando los ataques iniciaron, lo que, según los dirigentes, refuerza la versión de la intervención de individuos que no pertenecen al movimiento.
Esa madrugada, elementos de seguridad ingresaron a domicilios de la comunidad, luego de que un grupo de jornaleros se presentara a la puertas de Rancho Soco, uno de los espacios de producción de jitomate más grandes de la región, para pedir a los trabajadores del lugar que se resistieran y no trabajaran hasta recibir respuesta de las autoridades.
Vecinos organizados repelieron la presencia policial, luego de que los jornaleros en paro fueran perseguidos hasta el interior de sus hogares, donde fueron golpeados. Se registró el uso de armas de goma y de fuego contra los lugareños. El conteo preliminar arroja 70 heridos, siete de gravedad ingresados en una clínica del Seguro Social.
Justino Herrera, líder de la comunidad Triqui en San Quintín, desmintió los rumores sobre tres muertos en los enfrentamientos, pero recalcó que hay varios heridos de gravedad.
Diversas organizaciones, entre las que se encuentran la Unión Intersindical y trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia en la ciudad e México, comerciantes de Estados Unidos y trabajadores de Oaxaca han mostrado su apoyo al movimiento de los jornaleros de San Quintín y, según los líderes del movimiento de Baja California, esperan los resultados de las negociaciones para tomar medidas.
Imágenes: La Jornada Baja California / Roberto Armocida