Aunque fue hasta el 16 de julio que la procuradora general de la República, Arely Gómez, anunció la petición de extradición a los Estados Unidos, cuando ésta supuestamente había llegado el 25 de junio… desde mayo el abogado de Joaquín “El Chapo” Guzmán sabía de la solicitud tramitada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), según informa Proceso.
Pero en fin, todo lo anterior no tiene caso –por el momento- ya que es hasta ahora, un mes cinco días después de solicitada que un juzgado federal ordena la detención provisional con fines de extradición contra el presunto líder del Cártel de Sinaloa, por diversos delitos de narcotráfico… esto a 20 días de la fuga del capo.
“Ahora la solicitud (de extradición) viene perfectamente integrada, completa en la documentación”, comentó en entrevista el subprocurador jurídico de la Procuraduría General de la República, José Alberto Rodríguez.
Esta orden anterior significa que –en caso de ser reaprehendido- “El Chapo” podrá ser enviado a los Estados Unidos, país que desde hace tiempo le trae ganas al criminal mexicano; sobre todo en Chicago, donde es considerado “enemigo público número uno”… claro, el procedimiento legal podría ser apelado por la defensa de Guzmán Loera.
Aunque, para evitar que exista alguna falla, las autoridades estadounidenses tramitarán oficialmente por lo menos cinco asuntos más con los que se solicitará la extradición de Guzmán. Según reporta el diario Reforma, la orden de captura fue librada por los delitos de lavado de dinero y posesión y distribución de cocaína, esto por la Corte del Distrito Sur de California, Estados Unidos.
La primera vez fue que formamente el gobierno norteamericano solicitó la extradición de “El Chapo” fue en 2001, cuando el criminal se encontraba en el penal federal de Puente Grande, ubicado en el estado de Jalisco… antes de su primera fuga. Obviamente la solicitud no fue atendida. Cuando en febrero de 2014 Guzmán Loera fue reaprehendido, el entonces procurador, Murillo Karam, dejó claro que las autoridades mexicanas no tenían ninguna intención de extraditarlo: “Yo puedo aceptar la extradición, pero en el momento que yo diga. El Chapo se tiene que quedar aquí a cumplir su condena y después lo extradito. Unos 300-400 años después, falta mucho”.
Hace unos días, el ex jefe de operaciones de la agencia antidrogas DEA, Michael Braun, comentó que la retinencia de las autoridades de nuestro país a extraditar grandes capos, da cabida a acusar que funcionarios temen lo que los narcotraficantes puedan decir de sus nexos con el Gobierno.
“Capos del nivel de ‘El Chapo’ saben que si son enjuiciados en Estados Unidos, incluso si cooperan con los fiscales, de cualquier manera terminarán encarcelados prácticamente toda su vida. Eso ya pasó con varios ex líderes de grupos del crimen organizado tanto mexicanos como colombianos”, comento respecto a la justificación que la PGR da para congelar los pedidos de extradición: Estados Unidos negocia con los criminales sin consultar a México y ofrecen sentencias reducidas.