Y conste que no es nota del “Día de los Inocentes”. Tal como lo anticipamos, el exgobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, no sólo agarró valor para nuevamente salir a dar la cara, sino que lo hizo para iniciar su camino hacia una diputación federal. ¿Y por qué no habría de hacerlo? Bueno, al tener como antecedentes inmediatos al caso Ayotzinapa y acusaciones de desvío de recursos, muchos suponían que ya podía darse por muerta su carrera política (o de menos que tendría algo de vergüenza). Pero ni una ni otra.
Ayer, en acto en el que fue “destapado” como el gallo para la diputación por el Distrito VIII para la coalición PRD-PAN-Movimiento Ciudadano, el exmandatario encaró una previsible protesta por parte de un grupo integrado por padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Lejos de aceptar que, cuando el caso de los estudiantes estaba fresco, no asumió su en papel como gobernador y, además, se negó a colaborar con las autoridades federales y -mucho menos- a dar su testimonio a autoridades ministeriales, Aguirre soltó una frase que va que vuela para ser inmortalizada:
“Soy el primero en querer saber dónde están los jóvenes, de eso no se equivoque, y tengo la autoridad moral para venir hacer precampaña, porque no tengo nada de qué avergonzarme”… ¿Y entonces por qué renunció a su cargo? Ahh pues…
Digamos que habrá quien le crea a Aguirre y diga: “no, pues sí se rifó el gober… y prefirió renunciar para no interferir en las investigaciones”, pero recordemos que además del caso Ayotzinapa, tiene otro detallito en su administración… de hecho varios. De acuerdo con investigaciones realizadas por el diario Reforma, el exgobernador dejó sin comprobar el gasto de por lo menos 8 mil 628 millones de pesos. Por otra parte, pese a la inseguridad que desde hace tiempo se vive en Guerrero, su administración no invirtió ni un solo peso en esquemas de prevención social de la violencia y delincuencia. En lugar de eso, “gastaron” los recursos federales del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados (FASP) en la implementación de servicios inexistentes, esto durante el periodo 2014-2015. Según señala Proceso, este hecho representó un daño a la Hacienda Pública Federal de aproximadamente 19 millones de pesos.
Pero bueno, regresando con el esperado “destape”, éste no llegó a darse de forma alegre, ya que el acto fue cancelado debido a las protestas. Aguirre optó por abandonar el lugar y el mitin fue suspendido, dejando para después las muestras de respaldo por parte de perredistas que ya estaban más que puestos. Pura finísima persona, como el exdiputado Bernardo Ortega (hermano de los líderes del grupo criminal de Los Ardillos.
Por su parte, los padres de los 43 advirtieron que boicoterán todos los actos de precampaña de Aguirre.