“Si ya todo mundo habla de ti -bien o mal- hay que dar más rienda para que lo sigan haciendo”. Parece ser que así es como se mueve por la vida el delantero de los Citizens .
Nomás para que vean que “las puede todas” y para que vayan sabiendo sus rivales cómo les irá a la hora de vérselas con él en la cancha, Mario Balotelli se ha tatuado lo que parece ser una declaración de principios, o en pocas palabras, por qué es tan gandalla:
“I am the punishment of God. If you had not committed great sins, God would not have sent a punishment like me upon you”.
Lo anterior fue grabado en el torso del jugador del Manchester City para celebrar su primer tanto marcado en lo que va de la temporada de la Premier League y, como podrán ver, las filosas agujas del tatuador nomás cosquillas le hacían. Por cierto, la bonita frase originalmente es atribuida al emperador del imperio mongol, Genghis Khan, quien al igual que Balotelli, tampoco se caracterizaba por ser muy buena onda que digamos.