“Yo… creo que soy el villano número dos, porque ahora el villano número uno es Luisito Rey”, bromeó René Bejarano en una conferencia que dio para deslindarse del proyecto de Morena, de la Secretaría del Bienestar y decir que todavía sigue vivo en la política, pero en un rollo distinto: el de las asociaciones civiles.
Después del ruido mediático que se suscitó cuando se dio a conocer una declaración de Bejarano —hecha el pasado 13 de julio—en la que anticipaba que le entraría al programa de apoyos sociales del gobierno de AMLO y que esta noticia fuera desmentida por María Luisa Albores, próxima secretaria de lo que se supone ser Desarrollo Social, la Secretaría del Bienestar; René Bejarano salió en conferencia para “aclarar” la nota.
Desde el Hilton CDMX, Bejarano aseguró: “No pretendí, no pretendo ningún cargo, ya tengo muchos cargos de conciencia y voy a seguir trabajando como siempre lo he venido haciendo“.
Y, entonces, ¿de qué se trata todo ese rollo del Movimiento Nacional por la Esperanza?
Según el experredista, el Movimiento Nacional por la Esperanza es una asociación civil que se encarga de ayudar a las comunidades a que “alcancen” sus objetivos… sociales. Y prometió que no tiene nada que ver con una asociación política, pues “¿qué necesidad?” Si ya tiene 600 mil afiliados, no hay necesidad de armar un partido político.
“Nadie me ha ofrecido, ni ha nadie le he pedido un cargo“.
Otra cosa que explicó es que no trabajará con Andrés Manuel López Obrador y el MNE no será una plataforma de Morena para armar programas sociales.
Y una vez que terminó de insistir en el tema, las preguntas le trajeron a Bejarano un viejo tema:
Las ligas, el dinero y cierto video.
“Pagué las consecuencias políticas, pero se trató de una conspiración“, así se defendió.
Y recordó que todo se había tratado de un complot protagonizado… por él, la dirección de Rosario Robles—de quien se refirió como “alguien” que estaba en el PRD—, Carlos Salinas de Gortari, el payaso Brozo, Televisa y… Carlos Ahumada.
Sin embargo, también se defendió con el argumento de que había sido absuelto después de ocho procesos del fuero común penal y federal. Y tras más de 10 años a la sombra de ese escándalo, ha demostrado que no se ha enriquecido ilícitamente. Finalmente, aún tiene una teoría más: cree que es el villano número dos porque Luisito Rey.
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