Con base en declaraciones hechas por dueños de la empresa JBS y con apoyo de información difundida por el gigante mediático en Brasil, Globo, el procurador general, Rodrigo Janot, denunció ante el Supremo Tribunal Federal (STF) al presidente, Michel Temer, y a su exasesor, Rodrigo Rocha Loires, por el delito de corrupción pasiva. Hecho histórico: es la primera vez que un mandatario es denunciado durante el cargo.

Corrupción es sólo uno de tantos cargos que Temer podría enfrentar. Una vez abierta la posibilidad de un proceso contra el sustituto de Dilma Rousseff, parece que la estrategia es atascarlo de denuncias. De acuerdo con O Globo, el procurador Janot solicitó abrir otro expediente contra el Ejecutivo por irregularidades halladas en la administración del sector portuario. Además, el reporte de la Policía Federal acusa que Temer habría obstruido a la justicia por haber incentivado la compra del silencio de Eduardo Cunha y Lúcio Funaro, ambos ya en prisión por actos de corrupción y, supuestamente, conocedores de las transas del presidente.

¿De qué se le acusa?

El procurador acusa que Temer habría recibido un soborno de 500 mil reales por parte de Joesley Batista, dueño de JBS, a cambio de recibir favores del gobierno. Quien echó de cabeza al presidente fue el propio Batista, después de firmar acuerdo de confesión premiada.

El mandatario y el empresario se habrían reunido en el Palacio de Jaburu (donde vive Temer), el pasado 7 de marzo. ¿Qué no se puede confiar de alguien que soborna? Bueno, para que la acusación amarre, se cuenta con una grabación hecha (otra vez) por Batista.

“Además del efectivo recibimiento del monto mencionado, Michel Temer aceptó, en unidad de designios y por intervención de Rodrigo Santos da Rocha Loures, la promesa de ventaja indebida (…) tales conductas revelan el crimen de corrupción pasiva, practicada por los denunciados”, consta en el documento interpuesto por Janot. “Las pruebas ofrecidas refuerzan la narrativa de los colaboradores, de que en ningún momento el destinatario final del soborno era Rodrigo Loures (…) la ventaja indebida [el soborno], en verdad, estaba destinado a Michel Temer, a quien los colaboradores y el propio Rodrigo Loures se refieren como ‘jefe’ o ‘Presidente’”.

En lo que respecta a los delitos de obstrucción de la justicia y organización criminal, el procurador aceptó que necesita más tiempo para analizar la forma en que interpondrá las demandas. Para el primer caso, es posible sustentarlo con la posible compra del silencio del expresidente de la Cámara, Eduardo Cunha, así como de su operador, Lúcio Funaro.  En caso del segundo cargo, solicitó compartir pruebas con otra investigación que ya tiene en la mira a varios miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

¿Es un impeachment?

No exactamente… aunque en la práctica queda en la misma situación; a un paso de ser depuesto. Antes de que el pedido del procurador llegue a la Cámara, Temer tiene 15 días para manifestarse al respecto. Después, la Cámara analizará se prosigue la denuncia. En caso de que no sea autorizada, la denuncia será suspendida mientras Temer termina su mandato. Pero, en caso de ser autorizada, Temer sería retirado del cargo… después de que el pleno del Supremo Tribunal Federal decida si recibe o no la denuncia. En este caso, el retiro del cargo sería por 180 días, para que el proceso sea concluido. Mientras tanto, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, asumiría el cargo de forma interina.

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